LOS MODOS DE LA COPIA EN FRINGE Y HARPER´S ISLAND |
Las influencias de Lost |
|
Harper’s Island, que empezó la semana pasada (miércoles a las 21, por A&E Mundo) y Fringe, que se estrenó hace unos meses, realizan diferentes operaciones de copia: la primera, para facilitarse como consumo de masas, incorpora los elementos ya citados de Lost en un sistema banal que da la prioridad al aspecto físico; se simplifica argumento (que en Lost estalla como constelación, desorden que siempre deja su centro afuera de lo narrado) hasta componer un “cuento lineal” de intriga develada al principio: la masacre se ejecutará de a un personaje por capítulo.
Fringe, en el contraste, es una comentarista más aguda del presente: los episodios sobrenaturales investigados por sus protagonistas (replicando a otra serie como The X Files) ubican cerca del origen del misterio a las corporaciones: ése es el demonio palpable en un feudalismo revisitado, mismo tema que dispara la manipulación de humanos a cargo de DHARMA INITIATIVE. En Fringe, el monstruo corporativo –como en Lost- es tan poderoso que es capaz de trascender el límite del realismo; incide sobre el clima, la geografía, el destino del universo, en términos tan vastos, tan epopéyicos, que podrían inspirar a una berreta clase B si no hubiera un correlato posible en el mundo.
La flamante introducción de Massive Dynamics (Fringe) presenta a una extraña empresa cuyo experimento más inocuo, nacido al calor de los millones de dólares de dudoso origen, podría ser el derretimiento de la piel humana como efecto de una novedosa arma química. Luego, el cuerpo se exhibe deteriorado; así se ve la pila de cadáveres de otro vuelo que venía de Hamburgo. Abundan los desfigurados; vuelven a la vida con trucos alla Houdini. El avión de Lost todavía era pre 9/11, ligado menos a la intervención del humano a bordo que a la catástrofe natural (aun siendo ésta inducida por humanos); Fringe viene un paso más acá: su modo cruento y sensacionalista de narrar la muerte en masa (despellejados vivos), la desesperación por atribuir razones a lo inexplicable donde Lost sólo abría más preguntas, la convierten en digna representante de la era del apocalipsis*.
*Vale para las últimas ficciones estrenadas en la TV estadounidense pero también para la cobertura de noticias posterior a la caída de las bolsas mundiales; ambas: entendidas como principales aportes a la incorporación de un sentido muy actual de catástrofe planetaria.
{moscomment}