SOBRE LA INFORMACIÓN SENTIMENTAL
Obsesiones y omisiones mediáticas

romancePor: Julián Gorodischer.  Cuando promedia el verano, la pantalla queda dominada por la información sentimental, en los programas vespertinos pero también en el noticiero. Esta semana, en todos lados, se escuchaba, leía, observaba: “¡Escándalo! Héctor Ricardo García sacó a la calle la ropa de Anabela Ascar”. Como si siguieran el dictado del estereotipo informativo, como si se vieran guiados por “los calores” de enero, como si hubiera que satisfacer las agendas enflaquecidas de motu proprio, se despliegan más y más pasiones volátiles para colmar una supuesta demanda estacional.

Polino –quién mejor para analizar la noticia sentimental– diferencia entre el romance/ divorcio cool – grasa - mixto. El primero se representa con Araceli González - Fabián Mazzei en producción fotográfica de revista Caras y/o Gente, “sin dar declaraciones”. La pose indica naturalidad, espontaneidad. Las locaciones elegidas corresponden a playas y espacios públicos, con bajo índice de intimidad expuesta. El segundo tipo corresponde a las vedettes de Villa Carlos Paz despotricando en el programa de chismes o en las revistas Pronto y Paparazzi: la pasión deriva al duelo con “la otra”, cada vez menos disimulada la impostura, más evidente el montaje para colmar un género del espectáculo que se legitima como ficción no verosímil, mucho menos realista.

El romance/ divorcio mixto incluye un político y una celebridad del espectáculo, es de más amplio espectro y puede ser tolerado por todo el abanico mediático si se varía el enfoque y el soporte (noticiero, chimento, blog político, pirulo en diario de tirada nacional). Ejemplos: Rosendo Fraga - Mónica Gonzaga o Anabela Ascar - Alberto Rodríguez Sáa. El “a priori” garantiza interés público más allá del desarrollo narrativo posterior; alcanza los índices más altos de sorpresa en una agenda cadavérica; admite derivaciones a rubros “serios”, “legitimados”, de la información periodística: cotiza bien en Bolsa mediática.

Si la llegada del romance a secciones como Internacionales o Sociedad, pero sobre todo a su posicionamiento como objeto de debate y reflexión, es novedad, su tratamiento en el noticiero parecería integrar, ya, una tradición.

“Las parejas –escribió Boris Izaguirre, autor de Villa Diamante– se han vuelto imán mediático, probablemente porque los medios de comunicación son en profundidad conservadores y necesitan subyugarse en elementos convencionales”.

Entre la fascinación que ejerce toda intimidad expuesta y el apogeo del chisme aplicado a la política se dirimen la venta y el rating, aunque tal vez lo más importante esté quedando afuera de algunas coberturas.

Por eso, cabe señalar las exclusiones y omisiones que atañen a la información sentimental, en palabras de Bernard Henry Levy (en referencia a un fenómeno similar en Francia): “Lo que más debería preocupar de Sarkozy es que se trata de un verdadero hombre de derecha. Cuando dice basta ya de arrepentirse públicamente por Vichy es auténticamente sincero. Eso es lo que debe helarnos la sangre”.

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