AUDIENCIA ALTERNATIVA
Ver tele por tuiter

tele y twitterPor: Adriana Amado. El otro día el amigo @juanco decía en las redes “La gente que no tiene tuiter no sabe lo que es ver un programa de tv en el siglo XXI”. Es curioso pero el medio más poderoso hasta ahora inventado, el que sigue siendo el que llega a más hogares que ningún otro en el planeta, el que tiene el poder imbatible de la imagen resulta que ahora viene a ser visto con gozo en las estrecheces de los ciento cuarenta caracteres.

Para la tele, el Twitter a veces se convierte en una comprobación de audiencia alternativa a la de IBOPE, especialmente cuando parece haber más gente mirando por Twitter que por la tele, como pasó con Beatriz Sarlo de visita en el programa 678. De hecho, lo verdaderamente interesante estuvo en el enloquecido intercambio que transmitía el programa como si se tratara de la final de la Copa América. Ahora Sarlo agarra la pelota... Mariotto sale a interceptarla con la asistencia de Cabito... Sarlo gambetea, corre, corre... Forster para el juego: es hora de una microclase de materialismo histórico. La transmisión siguió mucho después que se terminó el partido porque la afición tuitera no resolvía el resultado. Unos daban a Sarlo ganadora por goleada. Otros, que la formación 678 era la vencedora. Y así siguieron semanas porque lo que tiene la tele por Twitter es que te dura un montón.

Twitter es un invalorable complemento para ratificar que eso que se está viendo efectivamente ocurre. Como pasa cuando la pantalla te arrebata cual episodio alucinógeno de Pokemón y el seso empieza a dar vueltas sin atinar a decodificar lo que está viendo. “Qué se puso????”. “No puedo parar de ver la transparencia que se puso Susana y me está haciendo mal”. “Es una faja o es la piel?!!”. “Alta discusión en la cena: cuando decidimos que era piel no pudimos terminar de comer” y @lherzkovich confirmó que nuestros ojos no estaban equivocados. Servicio no menor que presta la micro red al espectador.

El Twitter también es servicial para ampliar la pantalla a personajes que asoman en un costadito, escondidos detrás del zócalo. De esa nada alguien puede convertirse en tema del día (esos que se organizan detrás del numeral de modo que puedan ser rastreado por cualquier miembro de la red). ¿De qué otra manera un tal #negritoluengo podría haber dado para una consigna? No lo consiguió siendo novio de Mónica Farro, ni supuesto amante de una de los locuras mediáticas del momento. Pero Twitter lo hizo.

A veces, la red es incluso mejor que la televisión porque te sirve para ver programas ¡que ni siquiera se emitieron! La conversación previa, llena de promesas y especulaciones, puede ser más entusiasta que la del durante. Y comentarios como el de @cobayotirabomba pueden además marcar el comienzo del fin: “al final #sabadobus es como ver a la selección, muchas figuras juntas pero no pasa nada”. Estas reacciones deberían tranquilizar a los apocalípticos de la manipulación mediática porque demuestran que ver no es creer.

Twitter puede ser un canal de comunicación sustancioso, lleno de enlaces con joyas del conocimiento y noticias de último momento. Pero arde cuando circula lo insustancial. Y ya sabemos que para superficial, no hay como la televisión. Dominique Wolton hace muchos años llamó a reflexionar acerca de que quizás ese invento del siglo XX no tenía funciones educativas, ni informativas, ni evangelizadoras, ni ninguna de esas grandes cargas sociales que suelen asignarle esos que jamás se han sentado a ver televisión. El investigador francés planteaba que el gran (y quizás el único mérito) de la tele era que permitía una conversación entre clases, edades, ideologías que no muchos otros temas hoy permiten.

En la época de Jane Austen se decía que solo había dos temas que cualquier persona educada podía tratar en una reunión social: el clima y el estado de los caminos. Por estos días eleccionarios, la ola polar y las callecitas de Buenos Aires son un tema que puede terminar a los insultos o a las recriminaciones. Menos mal que la tele nos concede algún tema para amenizar la última hora del día alrededor cuestiones como el corpiño de Susana, reina generosa de la conversación nacional.

Hipercrítico en Twitter:
http://www.twitter.com/hipercritico

{moscomment}