EN LA PRIMERA PLANA DE PERFIL
La mujer del jefe

Paula Robles en PerfilPor: Osvaldo Bazán. Es la foto de la tapa con la que abre el diario del domingo. La gran nota gráfica. La que con el valor de mil palabras indica por dónde viene la información de la semana. Más aún en un periódico que aparece en los kioscos una sola vez por semana, los domingos. Esa foto, sabe cualquiera que merodea los cenagosos terrenos del periodismo, es la marca del diario, aquello que sus periodistas, sus jerárquicos consideran que dará al lector el tono y el ritmo de lo que ese medio tiene para ofrecer.

Por eso fue tan llamativa la tapa de Perfil del domingo pasado, el domingo 7 de octubre. No fue una foto de fotógrafos propios –que la editorial tiene y muy buenos- ni una foto de una agencia internacional con gran carga informativa. No fue tampoco una foto que llamara la atención por su belleza, por su fuerza expresiva, por su calidad visual, por su carga informativa.

No.

Fue una foto “gentileza” de una empresa privada, la cual ya habla de una elección si no sospechosa, al menos seguramente poco periodística.

Fue una foto del ámbito del espectáculo, sección que rara vez llega a la tapa del diario y que en general cuando lo hace, sólo es como constatación de un show multitudinario.

No fue para nada exclusiva, la misma foto apareció en los demás diarios del día en páginas interiores del suplemento de espectáculos.

Pero para Perfil una imagen repartida como publicidad por la productora “Ideas del Sur” en donde se ve a Paula Robles, la esposa del titular de la empresa, Marcelo Tinelli practicando en una barra de baile porque se presentará en la compañía de Iñaki Urlezaga en el Luna Park, como integrante del elenco de Giselle.

La foto mayor es complementada con otra menor en la que la señora Robles practica para su presentación en el concurso nocturno televisivo que dirige su marido, Bailando por un sueño. Esa foto menor, repetida, es la misma que sirve para abrir el suplemento de espectáculos. Lo que habla de una pobreza supina en cuanto a imágenes sobre la noticia a comentar. Pero la pobreza se contagia también a las fuentes informativas y los recursos con los que contó la periodista Laura Blanco a la hora de escribir. No se consignan charlas exclusivas con los protagonistas de la noticia.

En el suplemento las respuestas de Robles son “dijo hace un tiempo en una entrevista”, “lo confirmó en el programa de su marido ante una pregunta de Lafauci”, “aceptó cuando volvió al ruedo en Bailando”. Tampoco es Urlezaga quien habla en la nota, sus declaraciones son “contó el bailarín hace un tiempo en una entrevista”. Quien sí habló especialmente para la nota es Gustavo Carrizo y no vale preguntarse quién es, es ni más ni menos que el coach de Robles en Bailando por un sueño. No para de elogiar a la señora del jefe.

Admito que desconozco cuestiones básicas de la danza, entonces quedo en dudas ante la nota que en un párrafo asegura: “Interpretará (Robles) el rol de Batidle, con gran lucimiento en el segundo acto” y más adelante afirma: “Si bien Giselle es una obra clásica, la primera parte tiene algo de danza contemporánea (?). Es allí donde la esposa del dueño de Ideas del Sur hará su participación especial”. Repito, desconozco cosas básicas de la danza, no sabía por ejemplo que un ballet de 1841 podía tener algo de danza contemporánea. Es más, me animaría a decir que es un tremendo disparate, pero repito, no entiendo mucho de danza. En todo caso, esperemos que no la dejen colgada en el entreacto.

¿Por qué para el diario Perfil una noticia tan evidentemente menor como ésta es tapa de la entrega del domingo?

¿Por qué para la editorial Perfil –lo que incluye todos sus medios- todo, absolutamente todo el Planeta Tinelli es tan, tan fascinante? ¿O es sólo la fascinación de Jorge Fontevecchia por el entrepeneur vernáculo que se desparrama en todos los productos de la editorial?

Perfil –la editorial- es fascinante. La esquizofrenia tan bien manejada en los ’90 hacía que las mismas fotos celebratorias de la ostentación menemista de Caras sirvieran para la denuncia vitriólica en Noticias.

Hoy en la editorial que más pelos ha buscado en todas las leches posibles hay un solo personaje intocable: Marcelo.

Dan ganas de decirle a Nelson Castro, defensor del público lector del diario: “Jodan, van a conseguir finalmente que sea presidente”

Yo por las dudas, renuevo el pasaporte.

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