TVR, EL INFORME SOBRE GRASSI Y LA CRÍTICA DE TOMÁS ABRAHAM |
Un debate público sobre la televisión |
Por: Gustavo Noriega. El informe sobre el Padre Grassi emitido en TVR el último sábado y la posterior crítica del invitado Tomás Abraham abrieron, otra vez, un debate sobre los límites de la televisión. Con la advertencia previa para los lectores de que trabajo para PPT, la productora de TVR, y que tengo una relación de amistad tanto con sus conductores como con los productores del programa, voy a dar mi opinión de la forma más transparente posible. |
Hasta cierto punto, el informe estaba dentro de la norma de los editados habituales de Televisión Registrada, con sus defectos y virtudes habituales. Había un gran trabajo sobre el material de archivo y un señalamiento de contradicciones en los dichos del acusado que no en todos los casos aportaba material relevante. El llamativo agrupamiento de sectores de derecha en su defensa (que no involucra ningún juicio de valor respecto de su inocencia o culpabilidad) estaba muy bien demostrado. Los dos aspectos más cuestionados por Abraham aparecieron hacia el final del informe: una canción, cuya letra hacía referencia explícita a Grassi, y un segmento tomado de Policías en acción, donde se veía a un menor (con el rostro ocultado digitalmente) acusando a un mayor de jugar sexualmente con él.
Si bien no estoy de acuerdo con el cuestionamiento global que Abraham hizo del informe concuerdo con que este segmento no debió haber figurado en él. Lo que tenía de tremendamente chocante no era compensado con algún valor periodístico. Me parece que la acusación que pesa sobre el padre Grassi y lo que se veía en ese segmento, más allá de que en ambos se refiere al abuso infantil, son dos fenómenos totalmente diferentes. En un caso se trata de un supuesto abuso de poder; en el otro, de la degradación provocada por la miseria. Contemplar la indigencia y la deshumanización trae aparejado un sinfín de consideraciones éticas; más allá de esta válida discusión, era imposible que esa imagen trajera algún tipo de entendimiento acerca del tema específico del informe, que era el juicio al Padre Grassi. El ofuscamiento del filósofo, incrementado por una explosión de júbilo por parte del público totalmente injustificado, fue más que comprensible.
Por otro lado, no estoy tan de acuerdo con el cuestionamiento a la musicalización. Se trataba de un tema cuya letra hacía referencia explícita al Padre Grassi (se trata de "El Angelito gracioso" por Cadena Perpetua*). No había nada festivo ni frívolo en el hecho de acompañar las imágenes con esa canción. Es probable que Abraham no haya podido escuchar bien de qué se trataba en las condiciones en las que se ve el programa en vivo. Sin embargo, no estoy seguro de que una escucha atenta de la letra hubiera cambiado su opinión.
(Ayer, jueves 28 de agosto, en Crítica, aparece una interesante nota al respecto de Reynaldo Sietecase con la cual tengo bastantes puntos en común. En ella señala, entre otras consideraciones, a la musicalización de los noticieros como un punto aún más criticable que la canción de TVR.)
Finalmente me gustaría agregar un punto acerca de TVR. Si bien sus informes han pasado alguna vez los límites de lo aceptable, a menudo mimetizando aquello que quieren criticar, hay que señalar que la función del crítico invitado ha servido, como en este caso, como señalamiento de esos errores o como apertura de un debate público sobre la televisión. En definitiva, la opinión de Abraham fue parte del mismo programa, un aporte valiosísimo que no deja de ser un mérito también de TVR. No conozco otro lugar en donde se invite a opinar con libertad sobre el programa mismo. En mi caso particular, fui tres veces como invitado y en dos de esas ocasiones tuve expresiones críticas respecto de varias cosas que había visto. Recuerdo ejemplos similares con Juan Pablo Varsky y el que más repercusión tuvo, el de José Pablo Feinmann. Es indudable que los productores no están esperando obsecuencia y la costumbre repetida de invitar a intelectuales que no están relacionados con la televisión abre la puerta a los cuestionamientos más profundos, como el que muy consecuentemente hiciera Tomás Abraham. No es poco mérito para la televisión actual.
* Parece un tipo con un aire especial
muy sencillo, solidario y decente
que hasta su vida designó para dar
el amor que le falta a la gente
si entendes
esto que
nadie mas
quiere entender
no dejes que él se cruce con vos
va con su disfraz de persona amable
Se anda paseando en radio y television
seduciendo a los espectadores
pero guarda bajo el colchon un monton
de secretos que es señor no sabe
si entendes
esto que
nadie mas
quiere entender
no dejes que él se cruce con vos
va con un disfraz de persona amable
Si entendes
esto que
nadie mas
quiere entender
no dejes que él se cruce con vos
va con su disfraz de persona amable
Parece un tipo con un aire especial
no te confundas que es su personaje
que a los mas chicos les enseña a jugar
esos juegos que son para grandes
Si entendes
esto que
nadie mas
quiere entender
no dejes que él se cruce con vos
va con un disfraz de persona amable
va con su disfraz para despistarte
va con su disfraz y una cruz colgante
va con su disfraz para conquistarte
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