Sandman es, sin dudas, uno de los mejores cómics de la historia. Y no trata de un superhéroe. Trata de un semi dios: Morfeo, el soberano de los sueños. Lo adaptó un crack: Neil Gaiman en los ’80. Y durante mucho tiempo el propio Gaiman dijo que era imposible de filmar. Porque claro: la sinfonía de historias, visitas al infierno, la muerte, el destino, demonios y el paisaje indescifrable del sueño, es algo que, sentía Neil, son imposibles de poner delante de una cámara. Pero parece que el tiempo –y Netflix que todo lo puede- lo convencieron de lo contrario. Y ahora mismo, aún con la pandemia encima, la plataforma tiene Sandman en etapa de producción.
Lo poco que se sabe hasta ahora, es que tiene 11 episodios. Habrá un director de “The Black Mirror” detrás. Y la serie estará anclada en el 2021. Y lo que es aún mejor: comenzará el rodaje en semanas.
Ahora bien, el anuncio –para felicidad de los fans, como el que escribe estas líneas- vino también regado de polémica. Algunos, tras algunos comentarios que se filtraron de la serie, objetaron que Sandman lo personificara un actor negro o una mujer. Y el propio Gaiman salió a defender su obra, de las críticas y las restricciones. “Pensé que estabas objetando horriblemente al Sandman negro. ¿Estabas objetando horriblemente a la mujer Sandman? Aquí tienes: Dos Sandmans en un panel, uno de ellos identificándose como mujer”, escribió desde su cuenta y mostró cómo su personaje –es el sueño al fin de cuentas- variaba su fisonomía de acuerdo al tiempo y la civilización.
Al fin de cuentas, en la tira, Sandman llegó a transformarse en un oriental y hasta en un gato. Además, vamos, ¿objetar las variaciones del personaje a su propio creador? Paren la mano.
Queremos la serie de Sandman. Y la queremos pronto. No interesa si es negro, si es gato, si es chino o si tiene, como en la tira, pinta del cantante de The Cure. Mientras tanto, seguiremos releyendo la tira, esa inspirada catarata de historias, apabullantes, embrujadas, nocturnas que a todos nos hicieron –y nos hacen- soñar despiertos.