La llaman segunda ley de la infodinámica. Pero esto que suena un poco áspero y lejano podría tener una implicancia fabulosa en el mundo que vivimos. O, mejor aún, en el mundo tal como lo interpretamos. 

¿Qué significa esto? La segunda ley de la infodinámica, que acaba de presentar al mundo un científico llamado Melvin Vopson, de la Universidad de Portsmouth, en Inglaterra, puede ser la pieza faltante para demostrar que las cosas son menos reales de lo que creemos. Su libro “La realidad recargada: el caso científico para un universo simulado” disparó un debate que atraviesa a colegas y llegó a los medios de todo el mundo. Y, claro, no es para menos. 

Vopson plantea que todo lo que vemos, tocamos, sentimos, pensamos y demás, no es más ni menos que una gran simulación digital. Así es: esta vida palpable, sería una suma de bytes de información muy bien logrados por un diseñador que, por lo visto, es un programador sumamente talentoso e inteligente. O, para decirlo en otras palabras, todo ese saboreo irrepetible, esos enamoramientos, desgarros, vislumbres y otras delicias de la vida misma, son algoritmos y más algoritmos. “Las experiencias que tenemos”, concluyó Vopson, “son generadas por los procesos computacionales de un sistema inmensamente avanzado”. 

La teoría de Vopson, claro, no es sólo una confirmación de la trama de Matrix. Además, explicaría muchos cabos sueltos que aún quitan el sueño al mundo científico. Y hasta cuestiona la teoría de la evolución que indica que las mutaciones genéticas son azarosas, y en cambio, obedecerían a un plan inteligente: el del Gran Programador.

Que haya una existencia más real que otra, no significa, según Vopson, que esta simulada contraste o se oponga a la real. Y tampoco hay forma, por supuesto, de comprobar si esto es una especie de juego en red en la mente de Dios, o si es todo lo que existe y nada más. Sin embargo, Vopson sugiere que este es el punto de partida para analizar la realidad de una forma totalmente revolucionaria de cara a un futuro cada vez más enigmático, cada vez más fascinante. 

Entonces, ¿qué nos deparará el mundo que viene? ¿Qué tendrá para nosotros en mente el Gran Programador? Entonces, la Inteligencia Artificial no era tan ajena a nosotros, seres también, en lugar de carne y huesos, llenos de bytes y algoritmos de información. 

Vopson dice que aún sabiendo esto, la vida continuará igual. Despertaremos, comeremos, amaremos, y seguiremos camino adelante, atravesando la muerte, ese temido Game Over. Y recién del otro lado, veremos si hemos ganado o no, este juego simulado al que llamamos vida.