El boom de la inteligencia artificial es el equivalente a un nene con chiche nuevo. Las empresas destinan cada vez más fondos a explorar las novedades fantásticas y, hasta hace poco, futurísticas e impensadas que no dejan rubro en paz. Lo quieren todo y lo quieren ya.

Ahora, se la agarraron fuerte con el rubro de los muertos. Ese eslabón que estaba reservado sólo a las funerarias y los cuentos de fantasmas, está entre los sectores de exploración de esta tecnología de punta. 

Pues, según parece, la IA tiene mucho para ofrecernos al respecto. Lo más novedoso es el proyecto de Life’s echo que ofrece nada más y nada menos que hablar con nuestros muertos. ¿Cómo lo logran? A través de una entrevista previa –en vida, obvio- donde una máquina tomará información del pobre mortal, y luego la empleará junto a su voz y sus modismos para seguir charlando con sus seres queridos desde el más allá. 

Este chat bot es la punta de lanza para un tendal de proyectos que nos proponen que los muertos ya no estén tan muertos como imaginamos.

Si hay un dilema ético, si es, digamos así, un poco truculento y morboso seguir charlando con los que ya no están, o si es jugar con fuego esto de meterse con el más allá, a estas empresas las tiene sin cuidado. 

De seguir la tendencia, ¿cómo será el futuro no tan lejano? ¿Esta gente nos traerá, literalmente, a la vida a nuestra familia, nuestras mascotas enterradas tiempo atrás, nuestros ídolos de juventud con muertes prematuras, con el uso de un simple cabello? ¿Usarán impresoras 3D para corporizar esos fantasmas de nuestro pasado? ¿Será entonces que nadie morirá definitivamente? 

Y por último, en un mundo ya colmado, ¿dónde meteremos a todos nuestros muertos, ahora vivitos y coleando, ocupando lugares en el colectivo y en el cine? 

¿Tendrán los muertos derecho a voto? ¿No será hora de preguntarles a ellos, a los finados, qué es lo que quieren hacer? Pues, si se han portado bien en vida, tal vez allá, Dios mediante, estén mucho mejor que aquí abajo y lo que menos quieran sea volver a darnos una visita.