Los llaman agentes y son los que en última instancia –o primera, vaya uno a saber- nos van a remplazar en nuestros trabajos. Y, como puede sospechar, los agentes no son humanos. Son empleados 100% IA que trabajan como si fueran humanos, y no generan basura, no ocupan una silla, y no andan ensuciando el baño con sus necesidades.
Es el futuro tan temido, los seres que han llegado para remplazarnos. La pregunta que se hicieron estudiantes de tecnología de la prestigiosa Carnegie Mellon University es si, esos agentes, aquí y ahora mismo, podían remplazarnos totalmente, dentro de una compañía montada sólo con empleados IA.
Para ello, crearon una empresa de fantasía llamada The Agent Company sobre desarrollo de sofware y desde el gerente hasta el último de los empleados en lugar de carne y hueso, corrían bytes por sus venas. Fijaron una serie de objetivos y los pusieron a trabajar en equipo. Esperaron unos días y vieron los resultados.
Ahora bien, se preguntará, ¿qué tan eficaz fue esta compañía 100% IA? La repuesta es: un 25%. Es decir, cumplieron nada más que ese porcentaje de todas las tareas asignadas. El resto, bueno, la embarró. La pifió. La tiró a la tribuna.
Parece poco –y para la humanidad un porcentaje alentador que le asegura que, al menos por un tiempo, seguirá trabajando sin temor a que un robot lo desplace- pero para la comunidad científica es un montón. Resolver situaciones complejas sin depender de un ser humano, es todo un avance.
¿En qué áreas fueron donde más pisaron el palito? Según observaron, donde más fallaba la IA era en escalar un problema, esperar un determinado tiempo –se las había programado para hacerlo 10 minutos- y llevarlo a su jefe. Al parecer, la mayoría no entendió, o resolvió por su cuenta o vaya a saber qué pensaría de su jefe.
Pero bueno, todo este introito y este recuento del experimento, al parecer, frustrado, para decirle que aún le queda un año, año y pico para que decida qué hacer con el resto de su vida, cuando el experimento arroje 100% de eficacia, y usted y su jefe –que ése sí que es un bueno para nada-, deban dedicarse a aspirar las alfombras de compañías llenas de robots, y servirles cafés virtuales para que, los empleados IA continúen su trabajo 24/7, sin hijos, sin vacaciones y sin reclamos salariales. Lo que se dice: el empleado ideal.