El mundo está convulsionado. El calentamiento global, las guerras, la pobreza, la crisis ambiental, el hambre o las pandemias son solo algunos de los conflictos a resolver y que deberá enfrentar la gran familia que es la humanidad en los años por venir. Sin embargo y pese a todas esas adversidades, el ser humano avanza, desarrolla mejor tecnología, y a su vez encara proyectos e ideas cada vez más ambiciosas. La consquista del espacio es una de ellas: la más audaz y la que nos iguala a todos los seres humanos frente al universo.

Hace unos días la NASA presentó a los cuatro tripulantes que sobrevolarán la luna en el 2024 en la segunda parte de la misión Artemis (Artemis II). Por primera vez en el equipo de astronautas habrá una mujer, la ingeniera Cristina Koch, y una persona negra, el piloto de la fuerza aérea norteamericana, Victor Glover. Los dos restantes integrantes del equipo serán el coronel Jeremy Hansen y el aviador naval Reid Wiseman.

Los cuatro serán los primeros seres humanos en acercarse tanto a la luna desde 1972, hace 51 años, momento en el que el Apolo 17 llegó a la superficie del satélite natural de la Tierra.

Cabe remarcar que la misión Artemis proyecta una verdadera proeza del ser humano hacia el espacio. Y es así porque tiene entre otros objetivos establecer una presencia humana sostenible en la Luna y la construcción de una estación espacial lunar que pueda servir como base para futuras misiones a Marte y más allá.

Con relación a Artemis II, la nave Orion orbitará a una altitud de aproximadamente 1.500 kilómetros sobre la superficie lunar. Y no habrá alunizaje porque la misión tiene en primer lugar el objetivo de probar muchas nuevas tecnologías, que nunca fueron puestas a prueba en el espacio exterior, y que serán esenciales para lograr las metas propuestas para las diferentes etapas de Artemis. A su vez el viaje será central para confirmar si la nave puede preservar de la manera más satsfactoria a los astronautas de la radiación.

En síntesis, Artemis promete emoción. De la buena. Será una verdadera aventura y de la que de alguna manera todos seremos parte como seres humanos. Un hecho histórico que nos unirá, más allá de los problemas que quedan por resolver sobre la Tierra.

Artemis en Superman II (1980)

Durante la semana santa junto con mi hijo tuve la oportunidad de ver en una plataforma la primera saga completa de las películas de Superman (son cuatro), en versión mejorada. Sin dudas la mejor saga que se haya hecho o se pueda llegar a hacer sobre el mayor superhéroe de la historia de los cómics. Aquel Superman, el de esas películas, es absolutamente insuperable.

Y en ese recorrido descubrí que en la Superman II aparecen astronautas en una misión llamada Artemis, en la luna. Se debe recordar que la película se estrenó en 1980, a solo ocho años del último viaje lunar de la Apolo 17. Aquella Artemis, en las imágenes de la película se desarrollaba de manera muy similar a las de la misión Apolo, pero con un final infeliz.

Porque los astronautas de esa Artemis de la ficción durante una placida caminata lunar tienen un desafortunado encuentro con tres malvados villanos de Krypton. Y en un despiadado accionar, los condenados del planeta de Superman destrozan el módulo lunar y asfixian a los astronautas.

Es especialmente inquietante la escena en la que la villana le pregunta al astronauta: "¿y vos de qué especie sos?". "Ser humano", responde el asustado cosmonauta desde el interior de su aparatoso traje.

¿Fue una casualidad o ya en el 80 la NASA proyectaba una misión lunar llamada Artemis?

Artemis en la mitología fue la hermana gemela de Apolo (el nombre de la primera misión hacia la luna) y la diosa de aquel satélite natural. Por lo tanto, haya sido parte de la imaginación de los guionistas o un adelanto del proyecto de la NASA, en ambos casos es entendible.

Al margen de esos datos anecdóticos, el dramático fragmento de la película permite pensar en la inmensa aventura que significa el hombre en el espacio.

Porque tal como deja en claro esa parte de la Superman II, los astronautas en la luna o en cualquier planeta desconocido están completamente solos y vulnerables en un contexto absolutamente adverso. Y así como en la película, los astronautas se encontraron con adversarios de cómic invencibles, los hombres en el espacio están expuestos a todo tipo de peligros, conocidos y desconocidos. Pero igualmente allí están. Para intentar lograr lo que parece imposible. Por toda la humanidad.

Escrito por Sebastián Di Domenica