¿Por qué la huelga de actores y guionistas genera interés en todo el mundo? En primer lugar porque tiene como protagonistas a las grandes estrellas de Hollywood de fama global. Pero a su vez porque expone problemáticas laborales que en algún tiempo también pueden afectar a trabajadores de numerosos rubros y sectores, y que tendrán que ser foco de lucha de cientos de sindicatos en las diferentes latitudes.

De manera sintética, los actores y guionistas reclaman que se distribuyan mejor las riquezas de Hollywood y que se valore el trabajo de cada uno de ellos. La lucha es contra las plataformas, contra el uso de la inteligencia artificial y contra los CEO de las empresas que buscan maximizar los beneficios, sin hacer partícipes a los actores y guionistas.

No quedar afuera de los beneficios

Las estrellas de Hollywood, como lo expuso el potente discurso de la actriz Fran Drescher (La Niñera), exigen mejoras, no quedar afuera del reparto de beneficios y ser parte de las inmensas ganancias que se obtienen por el show bussines en el nuevo escenario tecnológico.

Entre otras cosas piden que las plataformas de contenidos paguen regalías basadas en las visualizaciones por streaming (dato que no hacen público), que los guionistas sean contratados en una cantidad y por un tiempo mínimo garantizado. Y a su vez, en ambos casos, actores y guionistas buscan medidas para  evitar que la inteligencia artificial pueda llegar a reemplazarlos cada vez en mayor medida.

"Estamos siendo victimizados por una entidad muy codiciosa", remarcó Drescher (link al discurso). 

La realidad es que en Hollywood se contratan cada vez menos guionistas, porque el trabajo que antes hacía una decena de escritores, hoy lo pueden hacer unos pocos con la ayuda de la inteligencia artificial. A su vez avanza el uso de la reconstrucción facial y de voz por inteligencia artificial para reemplazar a los actores. Aún eso no ocurre con figuras con roles centrales, pero si con los extras y con los actores de relleno.

Hasta hace algún tiempo, los extras debían estar presentes en cada una de las escenas de las que formaban parte, como ocurre con los protagonistas de las películas. Pero eso ya no ocurre, el extra y también actores secundarios van una sola vez al set, y luego su imagen es utilizada en innumerables tomas, a partir de la reconstrucción con inteligencia artificial.

¿Cuánto debería cobrar ese actor en su rol de extra? ¿Por la única vez que participó de la filmación o por todas las veces que utilizaron su imagen? ¿Cuánto falta para que roles protagónicos de las películas sean recreados por inteligencia artificial?

Luchas sindicales por venir

La huelga de los actores y guionistas de EEUU gira en torno a dos realidades cada vez más presentes en el sistema productivo mundial: la economía de las plataformas y el uso de la inteligencia artificial generativa para suplantar trabajadores.

Con su lucha, los famosos y millonarios actores de Hollywood alzan la voz por algunos de los derechos que los trabajadores de plataformas han perdido. Uber o Rappi son los claros ejemplos de la economía de plataformas digitales: éstas últimas actúan como intermediarios que conectan a personas que ofrecen servicios o productos con aquellas que los buscan. Pero aunque los trabajadores deben adaptarse a las condiciones de las empresas dueñas de plataformas, éstos son considerados independientes y no trabajadores con derechos.

Los actores de Hollywood también le reclaman a las plataformas (las del entretenimiento, en éste caso), para que paguen por las visualizaciones de las películas y series, y no solo por el trabajo realizado. Y de esa forma alzan la voz sobre uno de los factores que más poder le dan a todas las plataformas: la información sobre las elecciones de los usuarios.

Porque los datos son la clave de todo éste entremado. Ni las plataformas ni la inteligencia artificial serían lo que son hoy sin la big data: lo que saben sobre  nosotros las grandes tecnológicas y lo que se puede recolectar en la web.

Un motor de IA puede generar imágenes, textos o voces, porque toma fragmentos de miles de muestras que circulan en la web, y así genera otros diferentes. Y aunque cada muestra tiene un dueño humano, la mezcla de la IA los transforma y los regenera en algo que no es de nadie. O es de la empresa tecnológica  que cobra por el servicio del motor de IA.

Se vienen nuevas luchas para los sindicatos del mundo. Los reclamos de los actores y guionistas de Hollywood adelantan una fotografía de esos desafíos por venir. Para que los trabajadores no se queden afuera del reparto de beneficios, y para que no sean completamente reemplazados por la inteligencia artificial.

Escrito por Sebastián Di Domenica