La Política

(Columna publicada en Diario La Nación) Lo que el presidente Mauricio Macri tiene en la cabeza en este momento es una mezcla rara de satisfacción y decepción. Está satisfecho porque cree que la inflación, al fin, comenzó a bajar y supone que el proceso será irreversible. Y está decepcionado porque esperaba que, a esta altura, las inversiones fueran contantes y sonantes y ayudaran al crecimiento de la economía y a la generación de trabajo genuino. O producir un "contagio virtuoso" que llegara, incluso, a "zonas tan sensibles" como las de la educación o la inseguridad.

Los expertos en transparencia pública y en política económica no suelen vincular un ‘fenómeno‘ con el ‘otro‘. Sin embargo, para quienes analizamos y sufrimos en carne propia los nocivos efectos culturales y sociales de los últimos doce años no hay duda: la corrupción y la pobreza representan las dos caras de una misma moneda. Es más: la corrupción, la pobreza y la mentira bien podrían ser consideradas como las ‘tres caras‘ de una misma ‘falsa moneda‘. Para que se entienda bien: la falsa moneda de tres caras que hizo circular el Frente para la Victoria y que todavía muchos usan y defienden, como si se tratara de una ‘moneda de curso legal‘. Como si la mentira que armaron fuera la más absoluta verdad. Porque desde mayo de 2003 hasta diciembre de 2015 no podría entenderse la enorme pobreza estructural separada de los bolsos de José López, las licitaciones truchas que hicieron multimillonario a Lázaro, a Néstor y a Cristina y la manipulación de los datos del Indec, que empezaron con el índice de precios al consumidor y terminaron con la escandalosa decisión de dejar de medir la pobreza y la indigencia.

(Columna publicada en Diario La Nación) Mauricio Macri pensó que gobernar y mantener a la mayoría de los argentinos más o menos satisfechos iba a ser más fácil. Que sus votantes, primero, y una buena parte de quienes eligieron a Daniel Scioli, con el tiempo, iban a terminar comprando "su receta de país" de manera integral. Creía Macri que la economía tenía que empezar a funcionar bien casi inmediatamente después de asumir, porque el cambio de expectativas iba a ser casi instantáneo. Consideraba que la transformación cultural de un país desquiciado a otro normal se iba a ir dando paulatinamente, pero de manera fluida. Que la "normalidad" se iba a ir sintiendo al mismo tiempo que la baja de la inflación, que esperaba para abril o mayo.

(Columna publicada en Diario El Cronista Comercial) El jefe de gabinete, Marcos Peña, pronunció, en el cierre del encuentro de voceros del Gobierno, realizado en el CCK, las dos palabras que cada tanto suele repetir el presidente Mauricio Macri en la intimidad: "Nos subestiman". Lo que no hizo Peña es dar a conocer el pensamiento completo que ambos defienden cuando los atacan desde Cambiemos y también desde lo que ellos consideran el "círculo rojo" de los formadores de opinión. Lo que sienten ellos tampoco es distinto a lo que opina, cuando habla en serio, el asesor Jaime Durán Barba. Todos piensan no solo que los subestiman, sino que es mejor que así sea. "Que crean que somos naif, torpes o directamente unos idiotas. Mejor. Cuánto más por debajo del radar estemos, menos atacables o vulnerables vamos a terminar siendo".

(Columna publicada en Diario La Nación) Una vez más, a Cristina Fernández y Daniel Scioli no los une el amor, sino el espanto. Después de tanta negación, la ex presidenta parece haber comprendido que una de las pocas alternativas que le quedan para no ser condenada y, eventualmente, detenida es participar de alguna manera en las elecciones legislativas del año que viene. Y el ex gobernador, que tiene un mal diagnóstico sobre los motivos por los que algunos periodistas publicamos las denuncias en su contra e investigamos a los hombres de su entorno, parece haber llegado a la misma conclusión: o se presenta como aspirante a legislador nacional o las causas en su contra lo van a terminar corriendo de la política.

(Columna publicada en Diario El Cronista Comercial) Cristina Fernández y Néstor Kirchner no solo le entregaron a Lázaro Báez de manera irregular y arbitraria el negocio de la obra pública. También lo hicieron con otro negocio potencialmente más rentable y multimillonario: las mejores áreas petroleras de la provincia de Santa Cruz.

(Columna publicada en Diario La Nación) Néstor Kirchner quería quedarse con los mejores negocios públicos y privados de la Argentina. Y Cristina Fernández convalidó su deseo, pero como ella era mejor para el discurso que para la acción, se quedó a mitad de camino. El pedido de indagatoria que aceptó el juez Julián Ercolini -que se basa en la idea del fiscal Gerardo Pollicita de que la ex presidenta se quedó con una parte de los millones del negocio de la obra pública que le entregó a Lázaro de manera irregular- enfoca sólo uno de los negocios con los que pretendió quedarse Néstor Kirchner.

Todas, en algún momento, han sido atacadas, descalificadas, ninguneadas o denunciadas. Todas, en algún momento, fueron tomadas a la ligera por los varones de la política y otras mujeres, que desde una mirada más o menos despreciativa se negaron a aceptar sus sugerencias o ignorar sus denuncias.

(Columna publicada en Diario La Nación) ¿Qué pasaría si la ex presidenta Cristina Fernández, al final, terminara yendo presa por decisión de un juez de la Nación? ¿Por qué dentro y fuera del Gobierno y en lo que el presidente Macri denomina el círculo rojo todavía se sigue repitiendo que "no sería bueno" que eso sucediera? Si se piensa desde la pura lógica jurídica, y de acuerdo con la dinámica procesal que están tomando las causas en que la ex presidenta aparece involucrada, no sería descabellado suponer que, tarde o temprano, podría llegar a perder su libertad.

(Columna publicada en Diario El Cronista Comercial) El empresario del juego, el petróleo, la obra pública y los medios, Cristóbal López está, quizá, en el peor momento de su vida. Solo le da un poco de alegría la relación que tiene con su pareja, la modelo Ingrid Grudke, pero todo lo demás lo deprime y lo enoja.