Libros y Lecturas

Lunes. Leo sobre la quema de libros del 10 de mayo de 1933 en la Plaza de la Ópera en Berlín. Las fotos que hay en la web son terribles. Wikipedia dice que “la acción” se realizó bajo la dirección del Nationalsozialistischer Deutscher Studentenbund, la federación de estudiantes nacionalsocialistas, en Berlín y en otras veinte ciudades universitarias. Fue el momento cúlmine del «Aktion wider den undeutschen Geist», o «Acción contra el espíritu anti-alemán», iniciada en marzo de 1933 y con la que se comenzaba la persecución sistemática de los escritores judíos, marxistas y pacifistas.

Lunes. Hace 25 años se desarmaba la Unión Soviética. Entre el 19 y el 22 de agosto hubo un intento de golpe de Estado. Según Wikipedia, un grupo de funcionarios depusieron al presidente Mijaíl Gorbachov e intentaron tomar el control del país. Los líderes del golpe eran la llamada “línea dura” del Partido Comunista de la Unión Soviética que pensaban que el programa de reformas de Gorbachov se había excedido. Durante el primer día, la televisión solamente emitió el ballet El lago de los cisnes pero ya desde mucho antes los moscovitas lo asociaban con problemas políticos. Stalin prefería a Tchaikosky, Malecivh y los suprematistas y las vanguardias de los años 20 le planteaban demasiadas preguntas. Si aparecían los tutús en la tele, entonces, era porque en la calle los rusos no se ponían de acuerdo. ¿Y todo eso por qué? Porque como quería Gil Scott Heron, la revolución no será televisada.

Lunes. Buscamos todo el tiempo decir que el rey está desnudo y creo que, al final, termina siendo más importante decir que está vestido, o al menos describir de qué color es la ropa que se imagina la gente. El niño que dijo que el rey está desnudo quizás no era tan ingenuos, después de todo, pero tuvo el timming de decirlo en el momento justo. Si andas buscando reyes desnudos por el mundo para satisfacer tu narcisismo es muy probable que los encuentres pero por más fuerte que grites no vas a generar el efecto de inocencia que demanda la puesta en escena de la verdad. Cuando decís que el rey está desnudo fuera de la inocente ciudad medieval es muy probable que los viandantes apenas se detengan y se encojan de hombres con indiferencia antes de seguir caminando.

Lunes. Era escritor. Pero ya no lee libros. Va por las estaciones de servicio mirando las pantallas colgadas del techo y las heladeras iluminadas. ¿Me veo a mí mismo? Sí, hay un momento donde la lectura se detiene. En ese momento se puede empezar a escribir, a amar con el cuerpo, a morir, a vagar. Quizás en algún momento se detenga para siempre. Cuando sea viejo voy a llevar semillas secas en los bolsillos y voy a decir que esa es o era mi obra. Me regalaron un dragón de dos cabezas y mis compañeros de trabajo dicen que representa la teoría de los dos demonios.

Lunes. Lo clásico y lo romántico como dos vectores, dos estilos que conviven en tensión. No hay grado cero ni de uno ni de otro. Lo romántico tiene sus formas clásicas. Los clásico, formas románticas. Analizarlos desde la escuelas, y luego pasar a los autores y de ahí a las obras, es un error. Mejor es seguir la aparición y los desvíos de cada rasgo, encontrar lo romántico en lo clásico y lo clásico en lo romántico. No para romper la dualidad, sino para reforzarla, para tematizarla. Crear a partir de esa taxonomización tan conocida y transitada un aparato de lectura y procesamiento de lecturas que funcione para leer mejor, con mayor precisión.

Domingo a la noche. Participé de una feria del libro popular, en una mesa sobre revistas digitales. Después en una librería de Corrientes compré insectos en acrílico y dos viejas revistas Supersexy de principios de los años 90. Una se la regalé a Luis Diego Fernández, al que vi más tarde en Radio Ciudad. También le regalé una mariposa de la noche a Aki.

Lunes. El sábado pasado fui al Centro de Ex Combatientes de Malvinas de Tigre. Antes pasé a buscarlo a Jerry Salcedo por Márquez y Panamericana. Hacía mucho frío. Cuando subió al auto, Jerry dijo: “Che, qué linda tipografía la Georgia.”

Domingo. Termino de leer Hasta la última balsa de Daniel Cavalieri, un libro sobre el hundimiento del Belgrano centrado en el operativo de rescate que fue uno de los operativos de rescate más exitosos de la historia naval en tiempos de guerra. Uno de los personajes principales del relato es el clima, o mejor dicho el frío mismo, el frío duro del Atlántico Sur.

Sábado. Murió Yves Bonnefoy. Una vez lo escuché hablando sobre Baudelaire en la biblioteca nacional de París. Me acuerdo de su pelo blanco, de su sueter. "Un viejo poeta europeo" pienso ahora. En ese momento yo era muy joven. No recuerdo nada de lo que dijo pero sí que leía Les Fleurs Du Mal de una edición en rústica, muy trajinada. Un poco de nuestro imaginario de la década del 50 se va con él.

Lunes. Hoy me acordé que una vez formé parte de una cátedra en la UBA donde habían presentado un proyecto de investigación sobre un artista brasileño que hacía dibujos con cocaína sobre mesas y revistas, después le sacaba una foto y se la tomaba. No sé en qué habrá quedado ese proyecto. Supongo que en la nada. Es muy probable.