Lunes. Gogui respondiéndole a Mavrakis: “A caballo de Alemania cualquiera te hace una guerra.”

Martes. Vuelvo a los cuentos de Nicks Adams de Hemingway. Siempre hay que volver a Hemingway. (Richards lo trajo y lo tomé.) Vamos a la tarde a comprar libros con Pierina. En una librería de saldos de Primera Junta, conseguimos una edición de Macbeth y un tomo de comics de Los Vengadores. Para mí, Zombi, una serie de unitarios argentinos editados por Ovni Press. Ella dice: “variadas nuestras elecciones.” Respondo: “No sé, si agarrás Macbeth y lo acelerás, llegas a estos personajes.” Hablamos después de Sylvia Plath.

Miércoles. La web nos empuja a un periodismo existencial, exhibicionista. ¿Hay que abrazar eso y abandonar la idea de información? Soy banal e ingenuo. Las dos cosas que no quiero ser cuando escribo. No hay salida decorosa. Y sin embargo, sigo tipeando. Napolitano: “Una vez en el conservatorio una fonoaudióloga nos mostró un espectro de la voz de gardel y el vibrato era perfecto, o sea, su voz tenía un tono perfecto.” Comentamos una nota de Caresano en Revista Paco. Gardel y Caruso, amigos. Es algo hermoso. Gardel era francés, y Caruso, de Napoli. Nació y murió en Napoli. El tema con Caruso es que fue uno de los primeros tenores en grabar. Napo dice que las películas de Gardel son buenas. Cuesta abajo, por ejemplo. Terranova: “Entiendo que Borges lo envidiaba a Gardel, le envidiaba la noche, la aventura, la muerte trágica, el lujo le parecía guarango, está bien, pero hay mucho más en Gardel, hay una fama que estoy seguro lo irritaba. Y no era lo popular. Era otra cosa. Sobre todo por la forma de cantar. Tenía algo de barítono italiano, de francés, de dandy.” Napolitano: “Borges decía que había alejado al tango de su origen malevo, que lo había vuelto sentimental.” Le digo que me imagino que Borges iba a Europa o a USA y cuando decía Soy argentino... siempre algún desubicado le tiraba como Carlos Gardel. Había algo híbrido en Gardel, algo no reprimido, algo sexual, sexualizado. Algo ambiguo, bisexual, cogedor. Un hombre de talento y del espectáculo. Y eso a Borges le desagradaba. Napolitano: “Todo lo que fuera sensual a Borges le daba asco.” Charras: “Y vivía a la sombra de un cogedor nato como Bioy.” Borges era muy joven en los años 30 y Gardel, muy famoso. Había llegado el siglo XX, y Borges trataba de hacer pie en un clasicismo criollo que desaparecía. Luego llegó el peronismo y terminó de enturbiar todo. Napolitano: “Además Gardel muere en el 35, antes del peronismo. Queda fijado en una especie de pasado mítico, de las aguas de Hugo del Carril.”

Más tarde. Mañana empieza la Semana Santa. Una vez más vamos hacia el camino de la resurrección. Leer es darle nuestra amistad a lo que leemos. Hay un acto piadoso, entonces, en la lectura.

Jueves Santo. Casi no leo periodismo especializado porque la verdad es que no lo encuentro. Quizás exista. Leo a Mavrakis en La Nación, a Daniel Gigena y poco más. No sé tampoco por dónde pasa la escena literaria post pandemia. (Ya doy por terminada la pandemia, aunque haya que usar barbijo en el subte.)

Viernes Santo. Que Dios nos cuide.