Lunes. Ayer por la mañana, aunque casi ya mediodía, visita al Museo de Arte Moderno de San Telmo. Varias muestras. En dos salas contiguas, una retrospectiva de arte efímero y destructivo de los 60 y otra, de los 80 y los 90. Hubo un poco de maldad ahí. La de los 60 es excrementicia, pasional, romántica, avasalladora, de colores oscuros, ocres y rojos sucios. Todo planteando un compromiso con el cuerpo y la politización rebelde de los espacios. La de los 80/90 es frívola, andrógina, inofensiva, festiva, pop… Almuerzo en Manolo. Por la tarde, lectura de la biografía que Groussac le dedicó a Pedro de Mendoza.
Martes. Pruebo una versión libre de Efesios 4:26: “Enójense, pero no pequen y que la noche no los agarre enojados.” Hay muchas versiones diferentes a lo largo de la historia. La palabra que aparece es sol, no noche: “que el sol no caiga sobre tu enojo.” Hay pudor también con el “enojo” que es traducido de formas atemperadas. Ayer después de una cerveza, en Bebop, escucho al trío de Manuel Fraga, con Pablo Mota, un contrabajista muy joven, y Oscar Giunta en batería. Lo que toca Giunta es hermoso, preciso, creativo. El repertorio era, quizás, demasiado melancólico pero cuando Giunta subía todo subía mucho. Trio argentino de jazz en este invierno porteño que se va. Ahora toquemos.
Miércoles. El monstruo melancólico por excelencia es el hombre lobo. Siempre mucho más hombre nocturno e incomprendido que monstruo. Y que la noche no los agarre enojados.
Más tarde. Las fuentes de inspiración de un escritor son sus vergüenzas, decía Ciorán. Leo Yonqui de Burroughs. No lo había leído, me gusta.
Jueves. Extraño dolor en la rodilla izquierda. Cuando me palpo siento un músculo hinchado, muy fino, justo en la parte interna de la articulación. No es molesto. Pero está ahí, avisando. ¿Avisando qué? Tengo que comprar una o dos botellas de whisky, seleccionar y lavar ropa y separar unos libros porque me voy de viaje.
Más tarde. Fiché el libro de Acuña y pasé a Los tiempos de la Antártida, historia antártica argentina de Capdevila y Comerci. ¿Qué tal ese libro? Encore un effort pour être… Una piedra más en el camino que lleva a Roma.