Jueves. 12 de octubre, día de la raza. Lo celebro con una copa de vino, brindando por el almirante Colón, que le mostró América al mundo. América es un invento de los italianos, del genovés y de Vespuccio, que puso el nombre, hizo el mapa y bautizó esta tierra.
Viernes. Feria del libro social en La Manzana de las Luces. Había figuras de un metro y medio de alto de Walter Benjamin recortadas en cartón. Contrastaban con las paredes de ladrillo a la vista del patio donde estaban los puestos y se desarrollaba la feria. Nunca vi tantos libros de Gramsci y del mismo Benjamin por metro cuadrado. No compré nada. Pero en la basura, encontré un cuaderno marca Triunfo de un alumno que cursó séptimo grado en 1971. Alguien había vaciado un escritorio o un baúl y lo levanté de la vereda, donde estaba tirado, y me lo llevé. Con Federico Cano miramos la escritura y los dos coincidimos en que el alumno era zurdo. Con Ariel, hablamos de economía como siempre que nos cruzamos. También un poco de matemática. Lo más vistoso del cuaderno es una página con una serie de viñetas sobre próceres argentinos de la independencia.
Sábado. Mi viaje se demora. Ya no sé cuándo voy a salir. Pero voy al aeropuerto a recibir a Pierina con Carmelo. Hablamos un poco en el auto de vuelta. A la noche veo La patrulla infernal de Kubrick. También el principio, porque es una película insoportable, de Los colimbas se divierten de Enrique Carreras.
Domingo. Veo The Square que ganó en Cannes. La película no sabe si va a ser Cronenberg o Cha cha cha. Igual me gusta. Trabajo en un museo y es una narración que tiene al museo como protagonista. (Otra cosa: es una película de escenas. La trama va por atrás. Y también es una película que usa el arte contemporáneo mientras los examina e ironiza. Bien jugado, Ruben.) También veo el principio de Rambito y Rambón, hasta que empiezan a lavar la ropa y a cantar. ¿Qué pensaba Enrique Carreras cuando hacía eso? Escucho las sonatas para piano y violín de Beethoven tocadas por Clara Haskil y Arthur Grumiaux.
Lunes. ¿Por qué nos gusta Schrödinger? El ejemplo del gato en la caja es mucho más que la hipótesis que quiere demostrar. Más allá de la superposición cuántica y los eventos subatómicos aleatorios, hay muchos memes sobre Schrödinger porque la idea de que algo puede ser una cosa y, al mismo tiempo, su opuesto es propia de la modernidad. Como sujetos modernos, podemos ironizar esa idea pero también conocemos su perversa, desafiante y esencial angustia. Hoy, en Gaza, Israel bombardeó un hospital con un saldo de quinientos muertos. Las fotos son horribles.