Viernes. No hay motivos para imaginar a un Lugones cocainómano pero tampoco para asegurar que nunca se metió un pase. ¿O la cocaína era una droga de pobres y marginales? No creo. Me lo imagino con nitidez comprando un gramo y haciéndole honor en el centenario de la patria. Muchas de sus páginas, por otra parte, son las de un ebrio, las de un intoxicado.
Sábado. Viaje a Las Heras, pese al mal tiempo de ayer que impidió que Carmelo jugara un rato al fútbol. El entrenamiento se suspendió y volvimos a casa. Hoy el clima mejoró aunque sigue nublado. En Las Heras, la casa, muy bien, cómoda como siempre. La pileta con agua nueva, muy limpia, que le hice poner a Marta. (Mi madre no se opuso.) Aunque fría, todos nos metimos. Después leí un poco de La carta de Joan Anderson de Nel Cassidy que me parece divertida y ágil pese a estar traducida, bueno, a ese español ibérico… (Aunque es verdad que la acción resulta algo fija.) También reviso apuntes y artículos y escribo sobre submarinos. Mi madre aprovecha y disfruta como una adolescente el escándalo de la estafa presidencial con las cripto monedas. Lo mejor de todo, dice, es que esta vez no puede echarle la culpa a otro. Y es verdad. ¿Pasará algo más o no pasará nada y nos habituamos a ser gobernados por un ciberfinancista que participó, Dios mío, de una estafa digital millonaria? Estoy trayendo libros porque ya no tengo lugar en mi departamento. No puedo ordenarlos, y elegir los que traer es difícil. Igualmente armo dos cajas de cartón llenas. Mi idea es tener una biblioteca acá pero es difícil. No imagino donde podría estar. La casa está llena de ventanas y puertas. No hay una sola pared ciega para poner una biblioteca… Exagero. Es cuestión de encontrar los estantes y el lugar para ponerlos.
Domingo. Ya se habla de robots humanoides. C5N titular: "Comienza la producción de 100.000 robots humanoides." Los van a hacer parecidos a nosotros para que no nos llame tanto la atención que nos maten. Si son parecidos a un hombre no va a ser tan raro que nos agredan. Va a ser incluso soportable o previsible. Takayuri Todo, un artista japonés, programó dos perros robots sin cara para que atacaran a la gente y los ató con una cadena. Los perros robots caminan rápido hacia los visitantes de la muestra y la cadena los frena y los hace perder el equilibrio. Les cuesta levantarse pero vuelven a atacar y a caer. ¿Qué pasa si la cadena se rompe? ¿Los perros lastiman a los que los miran? Asimov no pasó por acá. No hay leyes de robótica. La idea de la obra es concientizar, etcétera... Napo me dice que los robots son los animales de nuestra era. Agrega que robots y animales se llevan bien. Me cita la alianza amistosa de un pulpo con un pulpo robot. Todo el día en todas las redes sociales sigue el escándalo por la estafa que promovió el presidente.
Lunes. Compré una tele de 65 pulgadas. Es realmente grande. No quiero perderme los detalles.
Martes. Ya se habla de que el FBI investiga el tema. El vocero presidencial: “Acá no ha pasado nada.” Ayer, entrevista en TN del presidente. Hace alusiones a casinos, a ruletas rusas, niega ser un estafador, habla de armar murallas a su alrededor.
Miércoles. Es muy probable que Perón y Lugones se hayan cruzado antes y durante el 30, que los hayan presentado, se hayan saludado y hayan coincidido en ideas y posiciones. Según Sáenz Quesada, en 1940, el general Juan Monferini reclamó tribunal de honor porque Perón y el coronel Enrique Rottjer, autores de la obra Las operaciones en 1870, no lo incluyeron en las citas bibliográficas. “La sanción que mereció fue leve, y nada obstaría para que ese año obtuviera excelentes calificaciones.” Vuelvo a Lugones y Perón. La idea es interesante. El mal novelista pensaría en escribir la novela. Diálogos horribles, Perón sería el bueno, Lugones, el malo. Hoy se cumple un aniversario del poeta matándose en el Tigre por amor, pero ¿por amor a quién?