
Sábado. Para Borges, leer es una operación de recorte, una práctica limpia, ultrafina, operación que después se aplica en su escritura, que es breve y eficiente, y eso confirma su mundo, que es acotado y muchas veces repetitivo. Su ceguera influyó en este proceso. También cierta molicie porteña. Sartre le dijo que sí a la filosofía europea, sobre todo a la alemana. Pero agregó un descubrimiento. Las cosas, los entes y los seres están pegados. Son pringosos, blandos, se contaminan, sudan. Las palabras no quedan exentas de estas situación de amalgamamiento. Escribir es limpiar, separar, hasta cierto punto esterilizar las frases. Ahí se forma una dialéctica. Entre lo anal sucio, el excremento de la letra, que nos inunda, y el fóbico que le saca punta a los conceptos y los hace filosos y precisos. Todo esto, Roberto Arlt lo vio, lo describió y lo exploró antes. Las cosas están pegadas por la humedad de Buenos Aires. Los hombres que viven en la ciudad también. Bioy sería una tercera posición. Es pulcro, pero el erotismo lo enturbia todo.
Lunes. Les doy Sunset Boulevard a mis alumnos de los lunes.
Más tarde. Asociamos Miami a la frivolidad y los famosos, a los años 90 y ahora a Messi. Nunca a la defensa argentina del Atlántico Sur. Por eso sorprende que exista un Museo Malvinas en esa ciudad. La historia es simple. Iván Sherman, un coleccionista colombiano residente en Miami, comenzó a interesarse por Malvinas hace unos años y ahora mantiene una sala dedicada a la guerra. Podría pasar por una excentricidad privada –y en algún punto lo es– pero las fotos que nos llegan muestran dedicación. La colección de uniformes parece bastante completa y se exhiben sin pudores, sin falsa moral, como se deben exhibir los uniformes de unas fuerzas armadas que lucharon con orgullo y coraje, sin caer en mentiras, como la muy conocida habladuría de que los soldados argentinos pelearon en zapatillas. El Conflicto Bélico del Atlántico Sur fue una guerra de alta intensidad, se combatió en todos los escenarios posibles, y la historiografía tardó mucho tiempo en ocuparse de ella. De a poco, esos vacíos se van saldando. Entrevistado, Iván Sherman dijo: “creo que es una causa noble y, en cierta medida, latinoamericana.” Aunque no abre al público, hay un Museo Malvinas en Miami. Está escrito en San Juan 3-8, el espíritu sopla donde quiere.
Más tarde. Pierina me muestra un viejo lápiz del Ministerio de Cultura. Un ministerio que ya no existe hace años. Es un objeto extraño, casi una pequeña pieza de museo. Le saco una foto. Estrené mi segunda película antártica en la Biblioteca Nacional.
Miércoles. Borges en el Borges de Bioy, hacia fines de los años 50: «¿Viste? El partido nazi ganó unas elecciones en Baviera. ¿Los alemanes empezarán todo de nuevo, hasta que otra vez les rompan el coco? ¿Por qué no resuelven nomás convertirse en italianos o argentinos y vivir tranquilamente?»


