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Por Juan Terranova. Viernes a la noche. Viajo a Mar del Plata a última hora porque mañana participo en un congreso de psiquiatría al que me invitó el doctor Zurita. Terminal de micros de Retiro, ese purgatorio en la tierra donde, entre brumas, esperamos el paso a un lugar mejor.

 

Sábado. Mar del Plata fuera de temporada. Ficciones psiquiátricas. La envidia de David Lynch.

Sábado, a la noche. Cena con Gastón Fraschini y Jorge Chiesa en el Club de Pescadores. Para ellos no es gran cosa. A mí comer rabas en un muelle sobre el mar me entusiasma. Hablamos del campo intelectual marplatense. También de política. Los envidio.

Domingo. Primero de mayo. La ciudad me espera vacía. Vuelvo con muchas cosas en la cabeza. No es la peor manera de volver. Antes de tomar el subte incluso me inspira la Torre de los Ingleses.

Lunes. Federico Lorenz sobre el primero de mayo: “Las luchas no empiezan y terminan con nosotros.”

Martes. La sonata 21 en Mi menor. Simple, directa, melódica, austera, seca, hermosa. El Mozart que te devuelve la fe en el siglo XVIII. (Y quizás también esos restos del clasicismo que perduran en el siglo XXI.) Parece que un músico joven le preguntó qué tenía que hacer para escribir una sinfonía. Mozart le respondió que escribiera una sonata. “Pero, maestro, usted componía sinfonías cuando tenía diez años.” Y Mozart respondió: “Sí, pero yo soy Mozart y lo hacía sin preguntarle a nadie.” Queda claro, no hay que preguntar nada.

Miércoles. Le cuento una operación picaresca a Mavrakis y me dice que su aparente sadismo y su crueldad “de cotillón” empalidecen ante mi crueldad y mi sadismo, lo cual, primero, dentro de su mente, es un elogio, y segundo, resulta bastante falso. Pero el elogio lo tomo.

Jueves. Compré dos libros sobre la guerra. Así lucharon de Carlos Turolo que salió a fines de 1982 y La defensa de puerto argentino, de Jofre y Agular, que salió a fines de los 80s. Más tarde también la novela Kelper de Vieites. Ahora leo la revista de psiquiatría de la APSA, que traje del congreso. Los nombres de las mesas me asustan y me atraen. Por lo demás, muy desconcentrado para leer y escribir. Ya es molesto, incómodo hasta en un plano físico.

Viernes. La ortodoxia demanda ideales nobles. Los ideales idiotas y narcisistas quedan para las heterodoxias.

Sábado. Me detengo a ver “Infantería con máscara antigas en la Primer Guerra Mundial” de Otto Dix. ¿Es un grabado o un dibujo? Las máscaras reproducen gestos. La obra está en el British Museum y me hace pensar que me gustaría mucho ir a ver cómo entienden Malvinas los ingleses en sus museos.