Lunes. Los castellanos no son mojigatos. Tampoco los gallegos ni los vascos ni los gitanos. Eso es de catalanes. Ah, la mojigatería, ese falso pudor, confundido con civilización, cuánto mal han hecho en estas tierras benditas. Luigi dice que es influencia sajona, calvinista. Tiene razón. Ahí hay un nudo.

Martes. La Universidad Tres de Febrero hizo restaurar la fachada de la casa de la calle Alsina donde vivió Duchamps cuando estuvo en Buenos Aires -nueve meses entre 1918 y 1919- y para festejar esa restauración organizó una jornada con mesas de ajedrez, performances, proyección de películas y esas cosas. Los medios gráficos repiten, una y otra vez, su frase, infeliz, desinformada, de Buenos Aires como una ciudad provinciana. La copio: “No es más que una gran población provinciana con gente muy rica sin pizca de gusto, que todo lo compra en Europa." Habría que analizarla. Una gran población, gente rica sin gusto, comprar en Europa. Es todo bastante relativo. Ni Buenos Aires era tan grande, ni la gente tan sin gusto, y seguramente había pobres. Europa era él, el artista francés, para los porteños de ese momento. Pero no logró venderles nada. Si hubiera esperado un poco quizás habría podido conocer a los poetas de la década del 20. Lo veo un poco negado a Duchamps. No era todo lo snob que la situación de ese exilio demandaba. Saqué fotos del evento. Podría escribir una nota explicando que lo que hizo Duchamps, esas grandes innovaciones, esos excelsos artificios, no son otra cosa que la vuelta de los rudimentos del barroco. Me cuesta pensar a Buenos Aires como provinciana. Los que piensan eso, en general, están desinformados. En 1918, y hoy también.

Martes más tarde. En una parrilla de Almagro cenó una porción de riñones a la parrilla. Es una homenaje distante a Joyce pero, debo decir, también me gusta el sabor. Todavía me dura el dentífrico que compré en Malvinas.

Miércoles. Jerry Salcedo me pasa una foto de Perón en Puerto Belgrano (donde también se ven otros notables de la época como López rega y Massera). Y después me señala un mapa en el que se describen las relaciones de Argentina con el mundo. Aparece un viaje a la Antártida, muchos países soviéticos y la visita de Ceaușescu. Cuando le dije que no sabía que Ceaușescu había estado en la Argentina, Jerry me dice: “Lo vino a ver a Perón.” Las redes sociales como vehículo del dramatismo y el ocio de la clase media. También de forma notable de su falta de ambición y su conformismo. Llegó el verano. Quiero escribir, leer y disfrutar del aire acondicionado.

Jueves. Cansancio general. Lecturas que se escapan. Sin embargo, Mario Volpe me deja hojear Todos podemos ser Raymond Carver, el nuevo libro de Gustavo Caso Rosendi. Leo un poema que empieza con estos dos versos: “Hago un pacto con vos, Ezra Pound/ Te he admirado ya lo necesario.”

Viernes. Empiezo a leer La lección de August, de R. J. Palacio, según recomendación de mi hija.