Lunes. El título original de Atrapado sin salida es One Flew Over the Cuckoo's Nest. La película lo toma de la novela de Ken Kesey, que la inspira. En Wikipedia leo que Ken Kesey pasó su juventud en Springfield, Oregon. La traducción argentina, Atrapado sin salida, es mil veces mejor que el engrudo original. Javier Alcácer sobre la foto donde Elvis le da la mano a Nixon: “Hay una película de ese día. A Elvis le pintó hablar con Nixon así que cayó a la casa blanca sin avisar. Quería ofrecerle sus servicios contra el comunismo y la droga. Y entró a la Casa Blanca calzado.”
Martes. Bioy habla con Borges de “cibernética” y Borges dice: “¿Qué pueden contestar las máquinas? Si pueden contestar cosas nuevas, ¿qué hay adentro? ¿Tornillos? ¿Un caballo muerto?” Para las clases de astrología y libros que doy con Mercedes, leo esa página titulada La tabla esmeralda, que empieza así: “Es verdad, sin mentira, cierto y muy verdadero: lo que está abajo es como lo que está arriba y lo que está arriba es como lo que está abajo para hacer los milagros de una sola cosa.” También repaso, esta vez con más provecho, Las fuerzas extrañas de Lugones. Hago todo tipo de anotaciones en el libro. Mercedes dice que eso es capricornio y después en la clase asocia a Lugones con Plutón. Me sorprende la cantidad de relaciones que hace y su exactitud.
Miércoles. Netflix te brinda el servicio de vagar por un menú de películas de mierda como si eso fuera la libertad. La inteligencia artificial que lo controla se ríe de nosotros, nos espía cuando buscamos algo para ver, yendo y viniendo en la ilusión, en la esperanza. La envidia secreta de ese robot es el talento de los directores. Por eso los prohibe. El futuro de Netflix es el anonimato y el crimen, miles y miles de películas filmadas con cámaras de seguridad.
Jueves. Sigo leyendo el ensayo de Amícola y anotando a Lugones. Fascismo, astrología, política, esa línea. ¿Por qué? ¿Por qué esa línea? Amícola es ingenuo.
Viernes. Tornillos. Un caballo muerto.