Lunes. Soñé que una mujer joven usaba mi rifle de aire comprimido para tirar por una ventana. Yo me acercaba y le decía que el rifle era mío. Ella me lo daba y yo comprendía que me había equivocado, que no era el mío. La mujer parecía una enfermera rusa. Ese fue todo el sueño.

Martes. Lo que se conoce hoy como “lenguaje inclusivo” se presenta como un hecho de la voluntad. Pesa entonces más la “inclusión” que la lengua, porque ya sabemos que la lengua no hace lo que nosotros le pedimos, si no que, más bien, nosotros hacemos lo que ella quiere. La mirada simplificadora del “lenguaje inclusivo” juega con la fantasía literal de que cambiando una letra se mejora el mundo. Visto desde la lucha de clases el lenguaje inclusivo es una arrogante afectación de los pudientes. Y esa fantasía, sí, es doble. Primero, la lengua hace lo que nosotros queremos. Segundo, la lengua puede ser “mejor” desde un punto de vista ético. Estoy tratando de escribir un artículo sobre eso y me cuesta porque es algo obvio, ya muy estudiado, pero resulta evidente que los debates nunca se cierran del todo, más aun si el objeto de estudio es la lengua.

Miércoles. Guerber me manda una cita de  la edición de Ricordi de Das wohltemperirte Klavier. Dice que se puede aplicar a los libros y a su estilo. Extraigo esta parte: “Descartada la idea de un nuevo y amplio comentario, he consagrado todo mi esfuerzo en redactar una edición completa -no me atrevo a decir definitiva- en todo cuanto se relaciona con el fraseo y la digitación: dos elementos modestos en apariencia, pero que, en realidad, contribuyen en más de lo que se cree a descifrar exactamente la estructura polifónica y a ejecutar correctamente la música, tanto en lo que concierne a la dinámica como a la expresión.”

Miércoles, más tarde. El libro de Graciela Ferrás es lo mejor que leí sobre Rojas por el momento. Está bien escrito, es ameno de leer, separa bien ciertas cuestiones básicas y se escapa, por Dios, de los arribismos palaciegos y elogios desmesurados con los que venían trastabillando mis otras lecturas. Aparte cita un artículo de Massotta que quiero leer. Sin embargo, todavía no leo algo que, de una vez, explique por qué fracasó el proyecto político de Rojas, su “filosofía”, podríamos decir. O quizás Rojas sí tuvo éxito y ese éxito fue trascendido. Como fuere el libro trata el amalgamamiento entre lo indio y lo europeo, tema típico de Rojas. No se mete con lecturas o historiografía, aunque desde ya todo está relacionado. Más tarde, escucho a Richter tocando Shostakovich y a Grieg.

Jueves. Hoy la violencia siempre parece extrema. No se admite ningún tipo de discusión al respecto. Los matices han sido suprimidos. No hay escalas, medidas, atenuantes o agravantes. Se es violento, o se es pasivo frente a esa violencia primordial. Pero, al mismo, tiempo la contra-violencia, o sea la violencia ejercida en respuesta a un acto violento, siempre encuentra justificación. El circuito surge de la paranoia y el miedo. ¿Hay novedad en esto? La violencia hoy es un tabú porque el miedo está instalado y es amplificado desde todo tipo de instituciones y agrupaciones. Insisto: ¿hay novedad en esto? La novedad es esa amplificación que encuentra un efectivo soporte en las redes sociales y repercute en los medios de comunicación masivos tradicionales. En algún momento de la década de los 60 y los 70 se vivió una epifanía de la violencia. Si no se trata de señalar una novedad, al menos sí de notar una diferencia.

Viernes. Leo una excelente nota de Richards sobre puertariqueña Lolita Lebrón. https://medium.com/chicas/lolita-bdc199b47337 “El 1º de marzo del ´54, durante una sesión parlamentaria, Lolita se introdujo en la galería de visitas junto a tres compañeros, sacó una bandera de Puerto Rico y al grito de “¡Viva Puerto Rico libre!” empezó a los tiros sobre el hemiciclo donde se congregaban los representantes yankis.” Aparte de atentar, Lolita Lebrón también escribía poemas. Leo uno que encuentro en la web. Tienen estos versos: “Estás en ese rayo de tierra que atravieso/ para cortar los ramos de los ópalos nuevos.”