Lunes. Si una narración es experimental no satisface la lectura. Si satisface la lectura no es una narración experimental.

Martes. Creo que el arte es la combinatoria de yuxtaposiciones. Pero ¿y si los modernos estuviesen equivocados? Qué pregunta imposible e intrascendente. Es obvio que los modernos estaban equivocados.

Miércoles. Leo una rara y muy pobre pero sobre todo arcaizante, en el peor sentido de la palabra, entrevista a Mario Bunge que cumple cien años. Vive en Canadá y la Argentina, él mismo lo dice, no le interesa ni le importa. Es que da claro. Copio el principio de la entrevista.

“–Hola… ¿doctor Bunge (Mario Augusto)?

–Sí.

–Le recuerdo nuestra cita telefónica…

–Bien. Formule las preguntas.

–Esta mañana, al despertarse y a un día de cumplir un siglo, ¿en qué pensó?

–En nada. Me di una ducha.

–¿Y mientras el agua le caía?

–Tampoco. En el desayuno, posiblemente. Y en uno de mis nietos, Emilio, que vino a visitarme. (Tiene cinco nietos).”

Sin duda, los paréntesis aportan mucho. El veganismo, el vegetarianismo, el terraplanismo, son todas formas extremas de intentar devolverle a una sociedad pragmática algo de espiritualidad salteándose las aduanas institucionales de las religiones tradicionales. Creo que refundar religiones es algo válido. Continuar viejos ritos, desde luego, también. Bunge, pese a todo, me convoca bastante, ese viechotismo tiene fuerza, esa vocación epistemológica, ese exilio idiota. En la entrevista discute con el existencialismo como si nada hubiese pasado en los últimos sesenta años. En un video en Youtube decreta el fracaso del psicoanálisis afirmando que Freud fue “un gran macaneador.”

Miércoles. Las tapas de las reediciones de los libros de Bunge que hizo Laetoli parecen viñetas de la vida de su autor. Sobre un fondo en color, una foto de Bunge: Mario enseñando, Mario preocupado, Mario leyendo el diario, Mario relajado, Mario escribiendo…

Miércoles, más tarde. Guerber en Twitter: “Tal vez el positivismo sea la gran mentira de los siglos XIX y XX. Un culto a la Pachamama pero con mucho menos colorido.”

Jueves. Mavrakis en Twitter: “La estupidez del antifascismo en ausencia de fascismo en la izquierda solo se corresponde con la estupidez del anticomunismo en ausencia de comunismo en la derecha. Hoy son solo los idiotas útiles del capital financiero, que practica sus crímenes sin ser molestado.”

Jueves, más tarde. En mi dia franco, salgo a caminar. Se siente que el invierno retrocede. Compro cinco vinilos. Sonatas de piano de Mozart, sonatas de Beethoven tocadas por Kempff, Mussorgsky, algo más de Beethoven, Oistrakh, Richter, Rostropovich. Me prometo hacer el catálogo crítico. Mavrakis me manda una foto en la que aparezco hablando, fuera de foco, con Simon Reynolds. Es una foto de hace seis años.

Viernes. Empiezo a leer La seudociencias, ¡vaya timo! de Bunge en una edición que alguien subió a la web. Disfruto la lectura. Aunque desde ya la disfruto como ese turista que, en un país extranjero, ve un animal encerrado en una jaula del zoológico municipal. A este nivel, es una forma de leer tan buena o mala como cualquier otra.