Lunes. Ayer compré Zink City de Fede Rodriguez y Omar Hirsig. No es un libro de historias ni de historietas, son, por lo menos, como cinco o seis libros juntos. El personaje central es el padre José Zink, un cura hijo de alemanes, que nació en La Pampa en 1923 y vivió cuarenta y ocho años en Rio Grande, Tierra del fuego. Zink City es una fiesta sagrada de demonios, bendiciones, violencia y mucha imaginación cruzando el fin del mundo. Lo leo despacio porque a veces es demasiado talento concentrado.

Martes. Pasó el 22 de febrero y me dejó pensando en la Antártida. ¿Qué más podría escribir? Está todo por escribirse. Mi sueño es viajar y redactar un diario. Nada más. Siempre un diario. “This is the book I never read/ These are the words I never said” cantaba Annie Lennox.

Miércoles. Clima otoñal en el fin del verano. Un párrafo de Ciorán contra el que me tengo que rebelar. A veces puedo, a veces tengo la fuerza, a veces no: “Un ejército que avanza no tienen la sensación ni el presentimiento siquiera de la derrota. La Humanidad se arrastra hacia adelante y cree que va hacia la victoria. A dónde va solo lo adivinan los que se han retirado del avance, que adivinan su resultado. La verdad solo se revela al rechazado, a quién nunca firmará un boletín de victoria.”

Jueves. Titular: “Un terraplanista murió en un fallido lanzamiento del cohete con el que intentaba demostrar su teoría.” (Se repite así en muchos medios.) Copete: “El paracaídas del acróbata Mike Hughes sufrió un desperfecto y el estadounidense impactó contra el suelo poco después del despegue del dispositivo, fabricado por él mismo.” En La Vanguardia de España dice que manejaba limosinas para ganarse la vida. La verdad solo se revela al rechazado.

Jueves, más tarde. Título para un relato: Muerte de un terraplanista.

Viernes. En mi tapa preferida de Dick hay un Hitler androide. Es difícil elegir una cuando ponés Philip K Dick Book Cover en Google. Hay un sitio que historiza y analiza las tapas de We can build you y ahí se informa que ni Hitler ni el mismo autor aparecen como androides en el libro. Pero sí aparecen en la tapa... Por otra parte, lo que importa es que la tapa esté bien. Y esta es excelente. La tapa se trata, apenas, de una lectura más. Otra cosa: hoy, 28 de febrero, cumplo doce años en Facebook. Más de un cuarto de mi vida. Raro festejo. Ahora toquemos.