Opina Deporte

Con este asunto de las fechas redondas los periodistas echamos mano a lo más sencillo de nuestros archivos y así, escribimos lo primero que encontramos. Es decir, la superficialidad abunda, el buen análisis escapa por los tejados.

"El componente diversión está muy presente en los programas. El boludeo reemplazó al conocimiento. Disimula. Hagamos pensar un poquito a los hinchas. Discutile al técnico, incomodalo con argumentos, no todas boludeces. Hay mucha holgazanería también”. La sentencia condenatoria sobre el periodismo deportivo actual figuró hace pocos días, en un reportaje de Cristian Grosso en La Nación, y la dijo un hombre que hizo de su trabajo un boludeo que reemplazó al conocimiento, el mismo que no hacía pensar a los hinchas y el que no discutía con los técnicos ni los incomodaba con argumentos. 

Las escasas facultades de la prensa argentina en general, se dejaron llevar por la metálica noticia de la contratación de Messi para una empresa que quiere mostrarse como club de fútbol. El Inter de Miami es cualquier cosa menos un club, y mucho menos será un aspecto de análisis deportivo para quienes estamos harto de la prepotencia del dinero y la indignidad.

Ya está. Renunció Ricardo Gareca a la conducción técnica de Vélez. Se fue después de sólo doce partidos, de un clima belicoso y una jaqueca infernal el pasado fin de semana que algunos anunciaron como descompensación sufrida luego de una derrota.

¿Y ahora?

La agresiva reacción de muchísimos fanáticos de Vélez en el hall del club, con insultos dedicados a los directivos y jugadores, no ha sido menor en este desenlace y por supuesto es un asunto tan viejo como la pasión de los hinchas.

Mientras sesudas discusiones se observan en los medios acerca de si hay limarle los testículos a la estatua de Gallardo en River, los asuntos menores, como por ejemplo, qué hay que hacer para cambiar los miserables reglamentos anti política de la FIFA, se hunden en la actitud indolente de una prensa poco cuestionadora del poder de este horrible monstruo que conduce Infantino.

Tiempos de Mundial Sub 20 en el país y de ciertas distracciones de la prensa deportiva. Mar del Plata no pudo ser subsede de este campeonato, entre otras cosas porque su estadio Mundialista José Minella, se encuentra en un estado desolador y el abandono es de tal magnitud que puede incluirse en la lista de las obras que se mueren.

Si algo faltaba para confirmar el entramado de corrupción, robo y lavado de dinero que edificaron empresas privadas de comunicación y dirigentes del fútbol en las últimas décadas, fue el fallo de un jurado estadounidense y que gran parte de la prensa argentina ha silenciado.

Una de las mayores deudas del periodismo deportivo la tiene con la memoria. Ya hemos hablado aquí de las responsabilidades de unos cuantos relatores, comentaristas y editores con la última dictadura cívico militar.

"Esta es la banda descontrolada/ la que sigue al…y no pide nada”. Adaptada de acuerdo a cada club, esta vieja canción de hinchadas marcaba hace unos años el sentimiento del hincha que deja todo y no pide nada.

Uno de los mejores medios de comunicación del país (Tiempo Argentino, que en estos días cumplió siete años de su etapa autogestiva, en manos de sus trabajadoras/es) nos obsequió una entrevista a Jorge Broun, de Rosario Central, en la que el arquero dejó una frase para la historia: “en el día a día se le pide mucho más al jugador de fútbol que a un político”.