Las noches del domingo en Canal 13 son más oscuras que sus tardes y mañanas. Las desalumbra un programa llamado de “periodismo deportivo” (Pasión por el fútbol) y que debería llamarse de “periodismo de gritos”

Pobre quien debió escribir el texto publicitario en la página de Artear de dicho programa. Observemos aquello que el canal anuncia: El programa más esperado del fútbol argentino con el resumen completo de cada fecha y el mejor análisis futbolístico de sus panelistas. Los mejores goles, las jugadas más destacadas, el rendimiento de los futbolistas, las polémicas de la jornada, y mucho más.  

De dónde sacaron que es el programa más esperado del fútbol argentino, no importa. Lo que interesa es que nadie espera a “Pasión…”, y también interesa que no es un resumen completo de cada fecha, porque a diferencia del monopólico y tristemente célebre “Fútbol de primera”, aquel pasaba imágenes que Canal 13 poseía secuestradas y prohibidas a los otros medios,  y ahora éste ni se esfuerza por hacer buenos compactos de las transmisiones.

Pero como puede ser que algún lector tenga dudas de cuánto eleva su enojo este cronista alrededor de este programa, recomendamos ver el resumen en este sitio web: https://www.youtube.com/watch?v=MzpfVXlN8jw

Y si para el caso considerase, luego de verlo, que así debe hacerse periodismo en la Argentina y en el mundo, ruego me escriba para escuchar sus fundamentos.

Sólo una muestra. El cruce entre Distasio y Pagani, con insulto incluido, acusándose al otro de ser de River y al otro de Boca, ya no sólo es viejo, sino que obliga a bajar el volumen para no despertar ni a los gatos ni a las nietas. Nivel de discusión: cero. Nivel de conocimientos: bajo cero.

Y no se trata de censurar el hecho de dar a conocer de qué equipo es un periodista. Ello es saludable, pero de ahí a barrabrava no.

Ni siquiera nos consuela que este mal es universal. La facilidad que tienen gran parte de los periodistas deportivos de la televisión en el mundo para desarrollar sus chillidos ante cámaras, lleva unas décadas. En la Argentina uno de sus precursores fue un enemigo del idioma y la expresión; un ex árbitro de fútbol apellidado Nimo. 

Hoy, la mala costumbre se extendió por los canales, las radios y se desparramó por las redes. Peor aún. Se desparrama por los estudios de TV contaminando a  buena parte de los programas políticos, económicos o de chimentos que nacieron en esta parte del siglo.

Deben pensar que “Más grito y más insulto, más me siento periodista”.

Si esta tendencia se eleva, si no aparecen otras generaciones dispuestas a terminar con el griterío insoportable, el público argentino quedará condenado a ver estos bodrios por años. 

Y sólo nos quedará ir mendigando por ahí, “un poco de periodismo por favor…”, “un poco de periodismo por favor…”