Un cacho de dignidad le puso un color distinto a dos celebraciones futboleras en tierras sudamericanas.

Durante la pasada semana, Flamengo se coronó campeón de la Copa do Brasil, y su capitán Diego Ribas, junto a sus compañeros Éverton Ribeiro y Rodinei, tomaron el trofeo, caminaron unos cuantos metros y les pidieron a los trabajadores del Maracaná que celebrasen el logro tomándose un descanso mientras limpiaban el césped del estadio.

Maravilla y rareza a la vez, pero se trata de una acción que confirma los compromisos sociales en serio de muchos deportistas que nunca olvidan al resto de quienes hacen posible que todo funcione: trabajadoras y trabajadores del mundo.

Todo lo contrario del oportunista Neymar que ahora vocifera su apoyo al ultraderechista Bolsonaro. Parece un acierto el comentario de Lula sobre la estrellada estrella del PSG: “Neymar apoya a Bolsonaro “porque tiene miedo” si pierde Bolsonaro se difunda mucho más la evasión millonaria de impuestos de Neymar por el cual es juzgado, y para el cual el padre de Neymar negoció con el ministro de Economía, Paulo Guedes”.

Y por aquí el campeonato de Boca. Obtenido pese a los embarradores periodistas que durante una semana se llenaron la boca creyendo que todo el mundo hace aquello que sí hace el periodismo (venderse, traicionar).

Con un poco de arqueología deportiva podremos encontrar hechos sucios y oscuros realizados por otros equipos para empatar o perder, impidiendo el triunfo de sus enemigos. Ocurrió inclusive en un Mundial (ver España 1982, cuando Austria y Alemania pactaron una victoria germana por 1-0, y así ambos dejaron afuera a Argelia. Aquella tarde, el público en el estadio El Molinón gritaba: "Que se besen, que se besen").

¿Lo recuerdan? Después del gol alemán los dos equipos se limitaron a dejar pasar el tiempo ante el asco de quienes veíamos el partido por TV.

Pero acá, ni Independiente ni River fueron los “incorruptibles” austríacos y alemanes. ¿vieron que en la Argentina unos cuantos conductores de TV se mofan de nuestro país por desordenado y coimero colocando como ejemplos de orden y respeto a las leyes a ciertos países europeos como Austria y Alemania?

Pero bien, aquí estamos en la espectacular Argentina donde las cosas suceden como suceden en todo el mundo. Con gente buena y gente mala. Con pueblos que tienen conciencia y pueblo que muchas veces las pierden.

Y con periodismo que se cansó de darle palos a Riquelme, a Ibarra, al equipo de Boca y hoy…cierran la boca. Como suelen hacerlo siempre. 

Escrito por Pablo Llonto