¿Logrará Boca revertir su imagen? Esta pregunta no se monta en un análisis futbolero del Boca que el domingo pasado en la Bombonera apenas pudo con Atlético Tucumán. Para ello hay que aguardar un tiempo.

Nos referimos a su vieja y pálida imagen de club desentendido de una serie de aspectos sociales y políticos, enredado en historias del aguante de su hinchada que lo colocaron durante años y años en un lugar de institución de muchos hinchas hoscos, guapos de último nivel y adoradores del insulto y la violencia.

En mucho de este afeamiento tuvieron que ver las últimas comisiones directivas, sobre todo las encabezadas por Mauricio Macri y por Daniel Angelici. Ni siquiera los títulos obtenidos servían para tapar esa percepción de un club que no generaba orgullo a las y los argentinos no boquenses.

El camino emprendido por los nuevos dirigentes, con Riquelme incluido, permite una breve enumeración esperanzadora. Veamos dos aspectos de estos últimos días: días antes del partido ante los tucumanos desde la dirigencia se impulsó una comunicación por las redes sociales. Allí se pedía – al mismo tiempo acompañaron un reglamento que señala una serie de restricciones para el ingreso a la cancha – que la gente no ingrese envases de vidrio, iluminación láser, ningún objeto pirotécnico y que nadie concurra  en estado de embriaguez. “¡Que la vuelta sea una fiesta! Contamos con el apoyo de todos los xeneizes para cuidar lo que más amamos”, escribieron la cuenta oficial. Brillante. Más allá de que tendrán que insistir e insistir cada domingo para que la conciencia de la totalidad de los hinchas reniegue de todo tipo de violencia. 

Por otro lado el secretario de la Comisión de Derechos Humanos del club, Alejandro Veira, y su equipo impulsaron acompañar la búsqueda de los más de 300 nietos/ nietas aún no recuperaron su identidad: “Muchos de esos 300 pueden ser hinchas de Boca, siempre tengo la esperanza de que un nieto se recupere por vía nuestra, sería como un campeonato para nosotros. Entendimos que en nuestro club no había siquiera una comisión de derechos humanos y no expresarse es complicidad en temas de dictadura y genocidio”, ha dicho Veira quien además contó que: “Plantamos memoria en nuestro jardín y decir nosotros de esto no nos olvidamos, en nuestros archivos encontramos honorarios y les dimos de baja a genocidas que estaban en condición de socios honorarios”.

Extraordinario. Este martes 31 de enero, a las 18 en el salón Filiberto y como parte de esta campaña, Boca entregará carnet de socias honorarias a Estella Carlotto y Buscarita Roa de Abuelas de Plaza de Mayo.

De estas cosas la mayoría del periodismo deportivo no habla y por unos días tendremos el extendido bla bla de quienes se sacaron el cerebro y se calzaron la pelota.

Por ingenuos o por esperanzados, aquí hacemos lo contrario. Frente a tanta mediocridad y tanta prensa de la chatarra y el dinero. Hablemos de Boca, del otro Boca.