antes del boca river

Por Pablo Llonto. “Para este superclásico se prevé que tanto Guillermo Barros Schelotto como Marcelo Gallardo presentarán las mejores formaciones posibles”.

Sí, aunque usted se tome de los pelos, la frase que nos antecede fue escrita en la Argentina durante el fin de semana del 17 de abril del 2016. Le corresponde al suplemento deportivo de La Nación pero podríamos encontrarla en la mayor parte de las páginas deportivas de los diarios del país y en los labios de quienes conducen programas deportivos en radio y TV.

Se sabe: la originalidad, la creatividad y la imaginación no abundan en la prensa argentina y un poco menos ocurre en la prensa deportiva.
A pocos días del superclásico, el número de oyentes y lectores argentinas y argentinos que sufrirán estos patéticos comentarios pasados de época es incalculable.

Resulta increíble que esta imagen deteriorada se alimente generación por generación. Veremos entonces el desfile de la comedia humana, en la parte que nos corresponde, con analistas que se limitan a decir aquello que todos ya saben: que todo Boca y River es siempre distinto e imprevisible y que ambos equipos se jugarán todo. Alguien explicará algún dia, en una clase de periodismo, las características del cerebro de los periodistas.

La rebeldía frente a tanta monotonía sigue en manos de quienes se niegan a que les coman o les laven la cabeza: la última denuncia de Página 12, siempre en la pluma de Gustavo Veiga, nos defiende de los piratas del aburrimiento.

Esta vez se metió con Fernando Marín, el hombre del gobierno de Macri que maneja Fútbol para todos y que tiene…sí, sí,adivinó: Una empresa offshore en Panamá.

La denuncia publicada el pasado domingo señala que a Marín :“le acaban de gritar piedra libre en Sekhon Holding. La firma está radicada en Panamá, se encuentra vigente y la noticia cobra espesura cuando se vinculan dos fechas. El 25 de mayo de 2005 en que se constituyó la S.A. en el paraíso fiscal, y el 5 de abril de 2006 cuando el empresario le comunicó al plantel de Racing que se alejaba de Blanquiceleste, su compañía más famosa. Diez meses y diez días antes de su salida del club de Avellaneda, el ahora funcionario con rango de subsecretario de Estado, ya había desembarcado en las costas panameñas. En Sekhon es todavía hoy presidente, tesorero y secretario. Pero lo más curioso es que cuando creó la offshore, ya venía quejándose hacia años de que su gerenciadora daba pérdidas”.

Mientras algunos se ocuparán esta semana de los dimes y diretes conocidos hasta el hartazgo de dos equipos mediocres que se preparan para el choque más importante de sus vidas, otra parte del periodismo, muy mínima, seguirá hurgando en las mil razones que llevaron al fútbol a ser un cambalache del despilfarro y las ganancias de unos pocos ricos en desmedro de las mayorías.

No creemos que sea mucho pedir que durante un tiempo, las horas que dedicamos a hablar sin sentido de un partido que se viene, sin mayores aportes de información (vieja o nueva), se dedique a otras cosas. Y si no quieren hablar de la corrupción deportiva que los compromete por su silencio, al menos que les dediquen unos minutos a los olvidados deportistas anónimos que se preparan para los Juegos Olímpicos de Río. En cuatro meses más.