¿Quiénes se creen estos “honorables” del Tucumán Lawn Tenis Club? ¿Quién se cree Claudio Cerviño de La Nación? ¿Resulta que ahora un entrenador de rugby o un jugador de rugby no puede quejarse de la tarea de un árbitro…porque ellos se han entusiasmado con esto del respeto a la autoridad?

Ya es sabido que después de la derrota ante Francia, el DT argentino esgrimió esta queja: “ Creo que nos referearon (paqueta originalidad de los últimos tiempos) como a un país chico del rugby. Sabíamos que sería así y por eso debimos hacer mejor las cosas”. 

Varios salieron a pegarle, desde las páginas de los clubes o desde La Nación.

Probablemente cuando usted lea esta nota, o Ledesma habrá pedido disculpas, o Ledesma habrá recibido los retos de quienes manejan las marionetas de un deporte que – unos ostentosos dirigentes, en general ex jugadores- alejan de la democracia y las libertades.

World Rugby se llama la entidad que organiza la Copa del Mundo que se disputa en Japón. No es otra cosa que el reflejo de asociaciones nacionales de rugby desparramadas por el mundo que en líneas generales se enorgullecen de una serie de valores que deberían trasladarlos a la vida cotidiana de muchos de los socios de sus clubes. Sería bueno verlos aplicar sus recetas de comportamiento y lealtad con sus empleados y mucamas.os. Por suerte en el rugby hay miles de deportistas en el país y de sencillos clubes de pueblo que claman por transformaciones más profundas de la sociedad. Que incluyen el supremo derecho a expresarse.

Veamos. Ese lindo verso estilizado en el cartel “los árbitros siempre tienen la razón”, no es precisamente una abnegación para rescatar.

Todo lo contrario, es la condena al silencio, a la resignación y a la tolerancia de la injusticia.

Reclamar por un mal arbitraje es parte de la vida deportiva y no es otra cosa que la vida misma.

Hizo muy bien Ledesma en quejarse. Como muy bien hicieron durante décadas los pocos socios de un club muy de rugby (CUBA) que se negaban a modificar el estatuto de la institución para permitir que las mujeres fuesen socias plenas. Llevó tiempo la lucha hasta que meses atrás, el conservador estatuto fue derogado.

Cerviño en La Nación sostiene que las quejas de Ledesma son “Un mensaje nocivo y peligroso. Los jugadores no reaccionaron ante lo que pudieron entender como una injusticia. El entrenador sí… Nadie le pide que se inmole ante las cámaras para explicar cómo entró tan mal (y durante media hora) el equipo a un partido que hace casi dos años se sabe que puede ser decisivo. Tampoco victimizarse con el referato con esa mención de "país chico". Y si sabe que es así como dijo, si realmente existen mafias en el referato, que las denuncie formalmente ante la World Rugby. .. Sin soslayar lo más importante: que es nada menos que el head coach de los Pumas. Y que muchos chicos -además de los grandes- lo están mirando”.

Estimado Cerviño, si los chicos del rugby miran a Ledesma y sus reclamos frente a las injusticias, aprenderán que en la vida quien se calla es deglutido por el poderoso. Y aprenderá que los jueces y los árbitros no pueden ser vitalicios, ni supremos, ni infalibles. También aprenderán que los países grandes intentan siempre aprovecharse de los chicos.

Ledesma no fue violento. Simplemente habló. 

Por eso Cerviño, siempre será mejor que Ledesma hable. Y hable y hable.