Usted, suponemos, no está interesado por el futuro del beisbol estadounidense. Si nos equivocamos, pues debe suscribirse (con parte de su salario) a la página web de Clarín, para enterarse bajo el singular título “La temporada no arrancó y ya son 58 los jugadores de las Grandes Ligas que tienen coronavirus”.

Atentos, nos están hablando de la MLB. ¿usted no sabe qué es la MLB? ¿No le hablaron de la importancia de la Major League Baseball del país que comanda Trump?

Si para una parte de la prensa deportiva argentina estas noticias son importantes, es que ya estamos cerca del fondo. Si al menos existiese una compensación y se hablase un poco de la situación de nuestras.os beisbolistas, pero está a claro, a esta altura de la cuarentena (y de la no-cuarentena) que la cabeza de la mayoría de quienes toman la decisión de elegir “qué es noticia” está carcomida por el desinterés nacional.

A poco de cumplir cuatro meses de aislamiento físico (no cometa el error de llamarlo aislamiento social, eso jamás. Debemos conectarnos cada vez más) la tibia esperanza de contar con más y mejor información sobre el país deportivo, y por qué no del continente americano deportivo, sólo se mantiene en las y los jóvenes cronistas que dan combate en una grieta que tiene a “los de siempre”, mirando a Europa y Estados Unidos a través de los ojos del dólar.

Ya hartos de las noticias y videos sobre los lujosos escenarios internacionales (ahí tiene a Disney y la NBA), la Argentina Deportiva se vislumbra – menos mal - en muchos medios de las provincias y en los encendidos refugios de las redes donde los mejores periodistas deportivos tratan de contar qué pasa.

En la vereda de enfrente, los más incapaces mantienen el capricho. Incapaces de crear producciones originales. O incapaces de poner el ojo en los deportistas que de a decenas de miles se mueven de todas las maneras posibles. Veamos en qué anda  Martín Liberman, de radio Rivadavia, uno de los referentes del periodismo berreta de la Argentina. Hace unos días incitando al odio desde la Oral, hablando pestes del país y de quienes cuidan nuestra salud desde el gobierno gritó: “No te quedes a vivir en la Argentina”. Una sonora recomendación desde una de las emisoras menos escuchadas del país, para que las jóvenes promesas del fútbol se vayan tras los dólares al verano europeo o estadounidense.

Si Liberman y otros tantos supiesen buscar, investigar, leer, del país que tanto admiran, aprenderían que desde una revista, de la escuela Hopkins Bloomberg de Salud Pública su decana Ellen MacKenzie recomendó en estas horas ser optimistas, “porque esta surgiendo una nueva comprensión y apreciación de las estrategias de salud pública. Escucho a personas hablar sobre la necesidad de un “enfoque de salud pública” todos los días. Están viendo deprimera mano cómo, proteger la salud individual depende de proteger la salud de las personas que los rodean y las de su comunidad”.

Esta nueva comprensión de solidaridad, será decisiva en los meses y años que vienen. O triunfará el odio de quienes catalogan a los que están abajo de la pirámide, como aquellos a quienes no vale mencionar.

Más de cuatro mil participantes intervienen en estos días en las charlas virtuales del Congreso Federal de Educación Física 2020. ¿A quién le importa en la prensa deportiva argentina? A casi nadie. Allí los profesores de Educación Física se plantean, entre otras cosas, que a nivel nacional no hay más coordinación en los lineamientos de todos los niveles educativos. O sea que no hay política nacional deportiva que mire el preescolar, la primaria y secundaria.

O sea, hay gente abajo pensando en una salida.

Pero eso sí, en los medios hay espacio para la MLB. 

¿Cuánto tiempo más así?