A contramano de las propuestas económicas de muchos partidos y agrupaciones políticas de derecha de Europa o América Latina (Milei es el ejemplo en Argentina), que proponen un brutal retroceso del estado, para dar lugar al avance sin restricciones del libre mercado, en Estados Unidos y en Europa la tendencia es exactamente la contraria.
En medio de un debate que desafía las bases y las teorías de la economía de libre mercado, países como Estados Unidos o integrantes centrales de la Unión Europea están implementando de manera progresiva un aumento significativo de la intervención gubernamental en sus sistemas económicos.
Este cambio de enfoque responde a dos factores clave: la creciente brecha entre ricos y pobres y los desafíos provocados por diversos eventos recientes, como la pandemia de COVID-19 y la invasión rusa en Ucrania. Ambos acontecimientos han sido determinantes para que los gobiernos tomen medidas y avancen en su rol protagónico en la economía.
Estados presentes ante la crisis
El impacto de la pandemia ha llevado a que los gobiernos gasten miles de millones de dólares en subsidios y estímulos para combatir tanto la crisis sanitaria como la inflación.
En ese contexto, Estados Unidos y la Unión Europea han seguido los pasos de China, que desde hace años ha utilizado inversiones masivas del gobierno para ganar ventaja competitiva en el campo de las energías renovables, entre otros rubros. De la misma manera se actuó con relación a las vacunas contra el Covid, que fueron desarrolladas por entidades privadas pero con el apoyo monetario de los estados.
Este enfoque está siendo observado con interés por expertos económicos en todo el mundo, algunos de los cuales lo ven como un rechazo al libre mercado y un acercamiento a una economía de planificación centralizada, más cerca de las teorías del Keynesianismo.
Corea del Sur como modelo
En este cambio de tendencia se observan casos exitosos como el de Corea del Sur. Ese país es un buen ejemplo que demuestra que el equilibrio entre el libre mercado y el fuerte apoyo gubernamental puede lograr resultados muy satisfactorios para el desarrollo económico y social.
En Estados Unidos y Europa la intervención gubernamental en la economía se encuentra en un punto de inflexión, y su resultado futuro dependerá en gran medida de la colaboración efectiva y la asociación estratégica que pueda construirse entre el sector público y privado.
La necesidad de abordar la creciente desigualdad y los desafíos globales han llevado a este cambio de rumbo, y su impacto a largo plazo está aún por determinarse. Lo que es seguro es que el papel de los gobiernos en la economía está experimentando una transformación significativa en los tiempos actuales para el desarrollo de las principales economías del mundo.
Por SDD