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Por Javier Porta Fouz. En el capítulo anterior quedó un link sin poner correspondiente al último jueves de agosto. Era para una nota sobre una comedia que me gustó más de lo esperado y a pesar del título que le pusieron localmente. 

 

Sigamos ahora entonces -en esta columna que lleva el número 250- con el último tercio del año. Septiembre no fue un gran mes para la cartelera, definitivamente. Me quedó la intriga de si Cacería macabra (You’re Next) es tan buena como me aseguraron alguno seres del ambiente de la crítica. Pero sobre el final del mes llegó una de esas comedias que se vuelven a ver, The Heat, acá ignominiosamente titulada Chicas armadas y peligrosas. La celebré así.

Octubre comenzó muy bien con el reestreno (en 3D) de Jurassic Park de Steven Spielberg, por lo que este año tuvo sus dos Speilbergs (con el estreno a principios de año de Lincoln). En Estados Unidos fue un gran éxito el reestreno de la primera de los dinosaurios. Acá fue un fracaso. Habrá más Jurassic Park en 2015. De esa semana, entre los estrenos, me sorprendió gratamente 20.000 besos de Sebastián De Caro, y me quedaron por ver algunas películas como Bella addormentata de Marco Bellocchio en una semana en la que hubo algo así como 14 estrenos (entre ellos también me gustó El olimpo vacío, pero no escribí nada sobre la película).

En septiembre, a la vez que empieza a bajar la asistencia al cine, se empiezan a multiplicar los estrenos: todos aquellos que no lograron estrenarse en la época en que las salas tienen más ocupación encuentran su lugar en esta temporada baja. Bueno, no todos, hay tantos que se acumulan y se atrasan incluso en estos meses, y algunos han pasado directamente a 2014. Entre estas cantidades de estrenos hay muchísimos argentinos, cantidades ridículas por semana que en la mayoría de los casos casi nadie ve. Peor aún, que muy poca gente se entera de su existencia..

Pero volvamos a los meses, que octubre trajo en su primera semana una película que le gustó mucho a mucha gente, aunque no a mí: Gravedad . Y una que sí me gustó muchísimo. La semana siguiente llegó este gran documental, que vio poquísima gente. Esa semana me perdí Capitán Phillips, de Paul Greengrass. El último jueves de octubre se estrenó otra cantidad un tanto demencial de películas. Entre todas esas lamento no haber visto Rush de Ron Howard. Y me gustó mucho esta.

Noviembre empezó con una sorpresa mayúscula: Cuestión de tiempo de Richard Curtis, nada menos que una película que se conecta con Hechizo del tiempo (Groundhog Day) de Harold Ramis (link) Luego hubo una de esas películas destacables pero por lo mala, de esas difíciles de olvidar.  No estuvo mal la segunda parte de Los juegos del hambre, pero el cierre del mes estuvo mejor. En la última semana de noviembre apareció una de esas películas encantadoras, que se pueden recomendar con confianza. No era una sorpresa porque la directora tenía muy buenos antecedentes. Pero Una segunda oportunidad marca una profundización (y una ampliación de horizontes) de una carrera en la que se puede confiar.

Sólo queda por revisar diciembre, pero tenemos el problema práctico de que todavía no terminó.