No es un secreto para nadie que la saga de los bañeros está conformada por películas muy malas, hechas con descuido y desprecio por el cine (y su éxito no está tan asegurado como en otras épocas). Pero es muy raro que alguien que participe en ellas lo admita públicamente. Lo importante de las declaraciones de Pachu es que no están hechas desde un cinismo que se lava las manos. No está diciendo simplemente que hace esas películas para ganar dinero y que no le importa el resultado. Lo más llamativo de su comentario es el hecho de que dice que “se podrían haber hecho mejor”. Es una idea simple y que se basa en un cierto orgullo profesional, en la idea de que lo que uno hace en su trabajo es parte de tu persona, como la ropa, o la relación con la gente, o cómo se maneja un auto. Pachu piensa que se podría haber hecho un producto igualmente comercial pero un poco mejor realizado. Yo también pienso eso, pero los responsables de la realización no parecen compartir esa idea.

Contrastan con la sinceridad de Pachu los rezongos de Emilio Disi, en la contratapa del suplemento de Espectáculos de Clarín de la misma edición. Consultado por Brigada Explosiva: Misión Pirata, un producto de la misma calaña que las películas de los bañeros, Disi no hace más que repetir la misma monserga acerca de la crítica y su divorcio con el público. “La crítica es una antigüedad. Siempre lo mismo, nada original. Cuando los críticos se enteran de que viene un producto de estas características, antes de ver la película ya saben todo lo que van a poner”. Puede ser, pero todavía no apareció la película de “estas características” que sorprenda a la crítica o a algún observador imparcial siendo un poco, nada más que un poco, mejor.

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