Sábado. Un noticiero rescata imágenes de un grupo de personas indeterminadas en Lomas de Zamora saqueando una escuela. Se llevaban lo que encuentran. Una tv vieja, una silla, comida de la cocina… Robles: “Al estado de bienestar lo sepultaron varios años sin crecimiento económico. Creo que los celulares ayudaron a que se consolide una oposición. El problema es que los horrores sociales están siempre a la vista. Entonces todo se vuelve ingobernable.” Le digo que coincido. Primero, si tenés teléfono, nada te alcanza. Siempre hay una playa con palmeras inalcanzables. Segundo, ves todo el tiempo la porquería. Te estalla en la cara de forma literal. (La tecnología como una forma de la insatisfacción constante.) En Brasil, mientras tanto, prohiben el uso de Twitter porque atenta contra la democracia, y en Estados Unidos están a punto de prohibir el uso de Tik Tok, si los chinos no abren la empresa a capitales extranjeros. Releo La forma inicial. Para Ricardo Piglia la lectura no se modifica con la llegada de la era digital. Para él, la lectura era el arte de entrar en diálogo con los escritores del alto modernismo. (Kafka y Joyce, siempre, Borges, Macedonio Fernández, a veces Musil.) O sea, solo podía pensar en una forma de leer. Para él, leer era parte de la gran tradición del arte occidental. Para mí, leer es ser un ciruja, un Edipo ciruja, un cartonero, un acumulador. Creo también que Kafka terminó El proceso y El castillo y Max Brod les fue cortando las partes que no le gustaban. (Echo en falta que cuando teoriza sobre la nouvelle, Piglia no hable de El viejo y el mar…)

Domingo. Descubrí que Ob-La-Di, Ob-La-Da, la horrible canción de los Beatles, puede ser leída como una secuela del Ulysses de Joyce. En la canción, la promiscua Molly Bloom deja la ópera, abandona a Leopold y empieza a cantar en una band y se engancha a Desmond. El título de la canción podría ser cualquiera de las onomatopeyas de las que gustaba abusar Joyce.

Lunes. Hay argentinos de clase media que piensan que endeudarse está bien porque no entienden que si uno pide plata prestada, la tiene que devolver. Tan simple como eso. Sí, son idiotas. Hay que estudiar las modificaciones que las redes sociales traen al viejo tema de la conciencia, sus espejismos y sus potencias.

Más tarde. Ordenando mi fotos, encuentro una del cartel del Pasaje Rumania. No se ve nada más en la foto que eso. “Pje Rumania. 2800-2700. Comuna 11.” Todas las ciudades tienen una calle que se llama Rumania. En Argentina es un pasaje. Quizás en Bucarest haya un pasaje Argentina. Me gustaría visitarlo alguna vez.

Martes. Empecé a encontrar en algunas cuentas de redes sociales fotos que no conocía de Luca Prodan. Un italiano actualiza el rock argentino cantando en inglés durante la guerra de Malvinas. Eso es Buenos Aires.

Miércoles. Escribir una novela consiste en construir una máquina que a su vez pueda construir otras máquinas. El truco más viejo del mundo. Vi El hombre de al lado en Flow. Muy buena. Yo diría que incluso excelente. Otro viejo truco, el de poner un marco adentro de otro marco. Altísima performance de todos los actores.

Más tarde. Se van cumpliendo, uno a uno, todos los pasos, avances y escenas que los libros y el cine dicen que nos llevan a la distopía y al desastre.

Jueves. El inconsciente está estructurado como una rata.

Viernes. El crítico tiende a profesionalizarse. El crítico de libros, seguro. El crítico musical. El crítico de cine. Busca ser retribuido con plata y prestigio. El lector es menos riguroso. Lee por placer y luego anota algo en las redes. O manda un audio a un amigo con sus apreciaciones. La forma del podcast privado me gusta. Audios largos sobre temas puntuales con amigos. No jodemos a nadie. No le pedimos a nadie que nos escuche ni nos pague. La forma techno de la conversación de Montaigne. El aula privada, la mesa de café sin espacio y sin tiempo, el seminario de la amistad. Es, al mismo tiempo, una de las formas de la soledad y la compañía.