Asesino Serial

Stephen King

Por Cicco. Cómo lo queremos a Stephen King. Es nuestro escritor pop favorito. Lo leímos a diestra y siniestra –sí, sobre todo siniestra- y ahora que acaba de editar la esperada secuela de la monumental El Resplandor, y salió a presentarlo por Europa, nos vemos en la necesidad de hacer un top cinco de los grandes libros de King. A usted no le importará. A nosotros sí.

manson en la rolling stone

Por Cicco. Rara vez un tipo malo se hace cargo de sus tropelías y da la cara, se aguanta lo que venga y, además, hace de eso un culto. Es por eso que, a más de 40 años de los crímenes rituales que ordenó a sus secuaces en Norteamérica, y aún con casi 80 años encima, Charles Manson sigue entre rejas. Y sigue siendo la cara más pública del demonio. Tiene un musical con su nombre, un capítulo de South Park y, ups, una ópera.

rapidos y furiosos

Por Cicco. Se llamaba Paul Walker, era actor y su cara era sinónimo de la saga en cine de Rápido y furioso que, en breve, iba a ir por la séptima entrega. Siete partes de una misma idiotez.

boy george en los 80

Por Cicco. A los 8 años compré el primer disco de mi vida. Me acompañó mi hermano al local y le dije: “Quiero ese, el de la chica con sombrero en la tapa”. Sabía quién era. Y sabía que incluía dos hits que cantaba esa mujer que sonaban en todas las radios. Era el segundo disco de una banda inglesia que incluso, tenía su propio video clip, donde la mujer cantaba en la cubierta de un barco bamboleándose por el río. Ella estaba muy pálida y usaba trenzas de colores, vestía un saquito oscuro y el mismo sombrero de la portada. Parecía una versión de Cindy Lauper o Madonna de los ’80.

océano

Por Cicco. Qué vida la de Robert Stevenson, uno de los novelistas que mejor entendió los resortes que se activan en el hombre cuando suelta sus amarras y se hace a la mar. Qué vida llena de agua. Y de colchones.

adan y eva

Por Cicco. No sólo fue la primera pareja de la humanidad, y los primeros en pisar el palito y transgredir una orden y qué orden, que nos terminaría jorobando a todos. No sólo fueron la razón de ser de nuestra caída estrepitosa del paraíso en este infierno llamado Tierra. Por si fuera poco, Adán y Eva fueron los primeros en contemplarse como Dios los trajo al mundo, poner el grito en el cielo y ejercer la censura.

EL BESO - GUSTAV KLIMT

Por Cicco. Las grandes historias empiezan –y muchas de ellas culminan- con un beso. No un beso cualquiera que uno le estampa a su mascota antes de salir al trabajo. Hablamos aquí de un beso auténtico, fogoso, dos cuerpos fundidos en esa misteriosa aleación química, esa mezcla de aceite y vinagre, torta y merengue, Lennon y McCartney, a la que llamamos amor. Sí, muchas grandes historias se sirven de besos como corolario. Y muchos desastres, hambrunas, guerras a gran escala, actos de inhumana impiedad, ay Dios mío, se salvarían de mediar un beso auténtico: esa señal de que, no importa lo frío que se ponga el ser humano, enredado en el mundo virtual y tecnológico, aún hay algo verdadero que late en él. El hombre que besa es un ser que todavía puede salvarse.

don johnson - madonna - michael jackson en los 80

Por Cicco. Los historiadores no saben cómo definirla. Los académicos cada vez que la mencionan, ponen el grito en el cielo. Y nosotros, que la vivimos, damos un suspiro: uf, esos diez años nos han transformado por completo. Semejante alboroto es lógico. Los ochenta fue la década en la que todo dejó de tener sentido.

actividad paranormal 4 imagen película

Por Cicco. Es bueno que los fantasmas tengan prestigio, inspiren películas –desde el gordito simpaticón de Casper hasta los más temibles de la saga de Actividad Paranormal-. Generen leyendas –todas las culturas étnicas del mundo transmitieron sus mitos fantasmales a las futuras generaciones-, y cuenten hasta, aunque no lo crea, con su propio talk show. Es bueno, le decía, todo este auge de los fantasmas porque, básicamente, uno debe tener salidas laborales rentables después de muerto. Si hay algo más impresionante que ver a un fantasma suelto en el barrio, es ver a un pobre fantasma sin trabajo.

villanos de películas

Por Cicco. Cualquier idiota puede ser superhéroe. Basta con que venga de un planeta lejano, o se meta en una sala donde estén probando experimentos que incluyan radioactividad y algún que otro rayo desconocido –es un idiota, no lo olvide, ellos meten las narices donde no deben-, o que sea picado por arañas o murciélagos. En fin, lo importante es que el idiota despierte con un poder que exceda las capacidad del ser humano, y de la noche a la mañana, corra más rápido que nadie, se ponga verde y rompa las camisas, o simplemente quiebre la muñeca y dispare hilos de araña, lo cual quedará muy bien en los cómics pero complica la vida a la hora de cepillarse los dientes.