Especiales

Por Juan Terranova. La elección del Papa demostró lo precario del aparato comunicacional kirchnerista, entramado del oficio que funciona bien si no pasa nada. Más de un presentador televisivo y algún que otro locutor radial salieron a decir que el mundo giraba a la derecha por la asunción del Papa Francisco. (Incluso en algunos momentos era como si el mismo Mauricio Macri lo hubiera puesto en su cargo.) "Pedazo de narcisismo hay que cultivar para imaginar que la conducción eclesiástica romana unge a su líder atendiendo a nuestro país" señaló Santiago Curci en su excelente artículo Un rizona para Francisco.

Por Adriana Amado - @adrianacatedraa Cualquier aspirante a progre lo sabe: la religión es el opio de los pueblos. Ni siquiera hace falta leer a Marx en detalle para adoptar la pose canchera de hacerse el ateo y renegar abiertamente contra la liturgia y el bautismo cristiano que la inmensa mayoría de los argentinos recibimos. Esa rebeldía políticamente correcta, muy festejada en los bares de Palermo o las aulas de Puan, lleva a suponer al renegado que vive en un país donde el catolicismo ya fue. Tan extendida entre sus conocidos es la actitud incrédula, agnóstica, atea, según el grado de fervor en contrario a la fe en la que la mayoría de los escépticos fuimos educados, que algunos postulan que el catolicismo es un resabio de las oligarquías vernáculas. No importa que las procesiones a los santos populares se incrementen al ritmo de la precariedad de la vida, especialmente la de los más desprovistos, ni que en las casitas de los pobres haya más figuritas sacras que cuadros de Evita. El sociólogo improvisado exhalará una bocanada de hierba y minizará esos hechos en la convicción de que nuestro pueblo está en vías de desperezarse y sacudirse las cadenas.

Francisco I

Por Javier Porta Fouz. Desde Habemus Papa de Nanni Moretti, cada vez que pienso en un Papa se me viene la imagen de Michel Piccoli. El poder del cine.

Francisco I

Por Sebastián Di Domenica. Ayer en el Facebook uno de mis contactos declaraba en tono jocoso que la elección del nuevo Papa lo había ubicado en un verdadero conflicto personal y espirutual: "Díganme que es una joda, por favor. Ayer inicié mi conversión del ateísmo al budismo, y ahora me vienen con un Papa argentino!" En un mensaje posterior, el mismo escriba agregó otro dato que seguro sumó puntos para su confusión: "¡mi mujer fue monaguillo del Papa durante su niñez!" Dos comentarios de una misma persona que sirven de muestra para reflejar algo de todo lo que han dicho y comentado miles y miles de argentinos ante la sorpresa por la proclamación del Papa compatriota. ¿Puede influir en la fé de alguien la llegada de un Papa de la misma nacionalidad? ¿Puede cambiar la mirada hacia la Iglesia y hacia la religión la aparición de una cabeza eclesiástica que habla el mismo idioma, que es hincha de San Lorenzo y que dice viajar en colectivo? Claro que puede y en eso reside el inmenso poder potencial de un Papa. Según el carisma, las intenciones expuestas y las habilidades políticas y discursivas su accionar puede influir en todos los rincones del mundo.

Francisco I

Por Cicco. Hay gente que sintió orgullo al ver al primer Papa argentino y salió a celebrar a la Catedral porque festejar en el Obelisco es cosa del fútbol. Hay sellos editoriales que sintieron el espíritu de oportunidad y salieron a desenterrar libros de Bergoglio el mismo día de su elección. Hay medios que se apuraron -hoy mismo se apuran- a sacar números especiales a todo culorrrr. Imagino que un puñado de imprenteros, prepara los pósters, los llaveros y vaya a saber qué más con la imagen lánguida y papal de Bergoglio con gorrita blanca.

bicisendas

Por Adriana Amado - @adrianacatedraa Son tiempos de aclarar y mostrar antecedentes para expresar opiniones. Escucho por estos días un locutor que pasa en su radio micros donde lee notas que escribió hace años para demostrar que él es el mismo. Pienso qué nos queda a los que eventualmente aparecemos con alguna que otra opinión por ahí. Por las dudas y para no ser menos, hago un par de aclaraciones a los que lean esta columna acá y para que los que la leen más allá entiendan un poco el clima de opinión de estas latitudes, tan tormentoso y cambiante como el verano porteño. La primera aclaración es que soy ciclista militante desde mucho antes de que existieran en Buenos Aires vías exclusivas para transitar en ese vehículo. No son pocos los que pintan de color partidario  la iniciativa de un alcalde que apenas si responde a la tendencia mundial de promover este sistema de transporte. Pero la bici no se mancha. La segunda se deriva de la anterior y me la sugiere un amigo que me acusaba de hacerle el juego a la derecha cuando le comentaba que afición al sistema público de bicicletas. Entonces aclaro que así como aprecio lo bueno del sistema, no tengo problemas en hacer públicas las críticas y las quejas. Lo que suelo hacer de inmediato por Twitter con copia al funcionario a cargo, que incluso llegó alguna vez a darme explicaciones del caso por la misma vía. Ambas son aclaraciones bobas producto de estos tiempos idiotas en que expresarse depara cuando menos unos cuantos insultos sino recriminaciones directas o pedido de pedigreé ideológico. Pero mi militancia por las dos ruedas merece que le ponga el cuerpo en una columna, como lo hago a diario en la calle. Cualquier ciclista porteño sabe que es verdad más que en cualquiera otra pasión eso de dar ¡la vida por la bici!

vias

Por Adriana Amado - @adrianacatedraa

No levantes la cabeza. Ni se te ocurra mirarlos a la cara.

Vas a ser un esclavo hasta el día que te mueras.

Ya estás parado en tu propia tumba.

Así empieza la versión cantada de “Los miserables” (con disculpas por mi torpe traducción), esa obra de esos tiempos que resumimos con el primer eslogan moderno “Libertad, igualdad, fraternidad”. La novela nos viene a recordar que de eso, por entonces, había poco. Víctor Hugo, con Los miserables, como Steinbeck en el siglo XX con Las uvas de ira, ponen la lupa del arte donde el entusiasmo por las grandes causas no lo permite. La modernidad no ha acabado con nosotros. Los trenes, la máquina que resumía ese entusiasmo de la técnica al servicio del bienestar humano, nos recuerdan dos siglos después que las promesas de orden y progreso siguen incumplidas.

Según señala la definición técnica, la Reanimación Cardiopulmonar es un conjunto de maniobras temporales destinadas a asegurar la oxigenación de los órganos vitales cuando la circulación de la sangre de una persona se detiene súbitamente, independientemente de la causa. En 2012 en Argentina se convirtió en ley un proyecto que que obliga a las escuelas secundarias a enseñar Técnicas de Resucitación Cardiopulmonar. A raíz de esta noticia, Luis Majul entrevistó a principios de diciembre en La Cornisa al Dr. Daniel López Rosetti, uno de los impulsores de la idea, y quien afirmó que mueren por año alrededor de 30 y 40 mil personas por muerte súbita y según estadísticas, una persona de entre 3 y 4 podrían sobrevivir a partir de estas técnicas.

En agosto de 2012, Luis Majul mantuvo un extenso diálogo con Samuel "Chiche" Gelblung en La Cornisa TV. En el marco de la charla ambos periodistas abordaron una gran cantidad de temas de actualidad. Uno de ellos fue la inseguridad; punto inicial para hablar sobre delitos, la policía, las estadísticas, los planes y el asalto que sufrió "Chiche" en su propia casa. Video del fragmento de la charla.

En septiembre de 2012, Moria Casán estuvo en vivo en La Cornisa TV y en una extensa charla con Luis Majul habló de todos los temas que durante el último año la tuvieron en las noticias. Su obra "Tres mitades" y el polémico beso con su hija Sofía Gala, el robo de joyas, la acusación en Paraguay que le impidió salir del país y su inesperado apoyo a la presidenta. Aquí el fragmento de la charla en la que explica por qué apoya a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.